Durante la noche del último lunes 14 de marzo, la Fiscalía de Lavado de Activos allanó un departamento ubicado en la cuadra 30 de la avenida Brasil, en Magdalena. El inmueble era habitado por los sobrinos del presidente de la República, Pedro Castillo. Ahí se encontró una tarjeta de presentación que puso en evidencia la extraña relación entre Alejandro Sánchez, dueño de la casa de Sarratea, con la empresa minera Macusani Yellowcake, con fuertes intereses en la industria del litio.
Primero, Alejandro Sánchez es el dueño de la casa de Sarratea, ubicada en Breña, donde el jefe de Estado mantuvo por semanas visitas extraoficiales de políticos y empresarios. Él detalló, ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, que conoció a Pedro Castillo en el 2017, durante la huelga magisterial donde actuó como benefactor. También fue aportante de la campaña de Perú Libre en el 2021, al prestar la casa ubicada en el distrito en mención y pagar el alquiler del local de paseo Colón donde Castillo fue proclamado.
Por su parte, la empresaria, investigada y aspirante a colaboradora eficaz Karelim López declaró, ante la Fiscalía, que Alejandro Sánchez era un empresario que se encontraba muy interesado en el gran negocio minero vinculado al litio. Hasta el momento, solo se tenían declaraciones, pero lo revelado por Cuarto Poder –este domingo 27 de marzo– pone en evidencia un acercamiento de Alejandro Sánchez a la industria del litio a través de los sobrinos del jefe de Estado.
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Regresando a la noche del 14 de marzo en Magdalena, durante la diligencia liderada por la fiscal Luz Taquire, se encontró una tarjeta de presentación que llevaba el logo de la empresa minera Macusani Yellowcake, una compañía que ha encontrado en nuestro país uno de los minerales más requeridos en el mundo: el litio. Este se encuentra presente como un componente esencial en aparatos tecnológicos como celulares, en las tablets, electrónicos pequeños y una serie de elementos muy cotizados al día de hoy.
Ulises Solís Llapa es gerente de Macusani Yellowcake y su nombre se encontraba en la tarjeta de presentación encontrada en un tacho de basura. Este confirmó a Cuarto Poder haberle entregado su tarjeta a Jean Marco Castillo Gómez, uno de los sobrinos del presidente, pero quién habría sido el intermediario y principal impulsor de esta reunión sería Alejandro Sánchez.
El gerente se reunió con Jean Marco Castillo, pero el encargado de llamar para concretar esta reunión fue Alejandro Sánchez, según advierte Solís Llapa. El dueño de la casa de Sarratea le habría hablado sobre un interés del Ejecutivo sobre un proyecto de su empresa: “(Me dice) Mucho gusto, yo también soy empresario y quería ver la posibilidad de presentarle al presidente el proyecto que sería muy interesante porque él también estaba interesado”, relata el hecho que ocurrió en septiembre del 2021.
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Tras agendar la reunión, Alejandro Sánchez y Jean Marco Castillo llegaron juntos a las oficinas de la empresa minera Macusani Yellowcake ubicada en San Borja. Durante esta cita, ambos se limitaron a escuchar sobre las bondades de la industria del litio. A los días, el dueño de la casa de Sarratea le confirmó a Ulises Solís Llapa que sería recibido por el mismo presidente Pedro Castillo: “Don Ulises, el presidente está gustoso de recibirlos. Expóngale el proyecto, él está muy feliz de recibirlo en su despacho”, le dijo. Esta se concretó el jueves 16 de septiembre.
El registro de visitas oficial de Palacio de Gobierno muestra que a este espacio llegó el empresario minero acompañado de Christian Rosas, asesor político de Macusani Yellowcake, hijo del pastor evangélico y excongresista fujimorista, Julio Rosas. Además de ser un activista de “Con mis hijos no te metas”. La reunión fue de seis minutos, suficiente tiempo para concretar una nueva reunión en Estados Unidos.
La reunión en el extranjero se produjo el martes 21 de septiembre, viaje del presidente de la República en el que también fue Alejandro Sánchez, quien, al ser consultado por su presencia por la prensa, solo atinó a decir: “Viajé por mis propios medios. tuve que hacer unos temas personales y sí fui al hotel donde estaba el presidente y pude conversar un rato y justamente con la gente que lo acompañaba, pero viajé con mis propios medios”.
A los días, Sánchez Sánchez llama al empresario, pero para ofrecerle un negocio entre los dos. El dueño de la casa de Sarratea es gerente de OMA CONSTRUCTION, una empresa vinculada a la construcción y arquitectura. Según el empresario minero, luego de esa comunicación nunca más tuvo conversaciones con Sánchez, pero su asesor Julio Rosas advierte que se siguen comunicando sobre el proyecto del litio.