El indulto a Alberto Fujimori está otra vez en la agenda política. El ministro de Justicia, Aníbal Torres, afirmó que es posible dar una eventual amnistía al exmandatario si una junta de médicos determinara la gravedad de su estado de salud.
“Nosotros atendemos lo que es razonable, no lo que es irrazonable. Si esta persona se encuentra gravemente enferma, lo lógico es que vaya a morir a su casa y se estudiará el indulto”, dijo Torres en Exitosa.
Para Edward Málaga, congresista del Partido Morado, este es un tema recurrente que cada cierto tiempo vuelve a ser debatido por el gobierno de turno.
PUEDES VER: Torres afirma que “es posible pensar en un indulto humanitario” a Fujimori si su salud empeora
Llama a la reflexión de si debemos tratar al expresidente Fujimori de distinta manera que a otros presos, condenados que pasan por una situación similar o peor. “¿Merece el expresidente Fujimori un trato especial?”, cuestionó.
Independientemente de esta interrogante, Málaga recalcó que la última palabra la posee al jefe de Estado, Pedro Castillo, pero deberá seguir un criterio técnico determinado por una junta médica.
Alegó que el Congreso de la República tiene poca injerencia en el proceso, salvo el velar por el debido proceso. No obstante, invocó a no politizar más el tema, ya que el impacto político, pero, sobre todo, social es considerable.
PUEDES VER: Alberto Fujimori fue trasladado a clínica para someterse a exámenes urgentes, informa Keiko
René Gastelumendi recordó que, por asociación, cada vez que se debate el posible indulto al padre de Keiko Fujimori, también sale a colación el pedido de Antauro Humala.
“El tema del expresidente y otros indultos tiene un tinte político muy fuerte, muy cargado. La invocación es a la ciudadanía, a los medios, a los colegas del Congreso de no entrar en el juego de politizar una situación que no debería tener este carácter”, precisó.
Como se recuerda, Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años por los delitos de de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado en las matanzas de Barrios Altos, La Cantuta y los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y el empresario Samuel Dyer Ampudia.