Para el psicólogo social Jorge Yamamoto, el tratamiento de la noticia de la muerte del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, por parte de los medios de comunicación está sirviendo para rememorar los actos de sangre que marcaron la historia del Perú.
Los calificativos de “genocida” y “el asesino más grande de la historia”, desde su punto de vista, ayuda a que las nuevas generaciones puedan entender el daño que ocasionó la ideología de Guzmán Reinoso.
“Cuando atraparon a Abimael Guzmán dijo que lo atraparon, pero que quedaba su idea, y lamentablemente no se equivocó del todo porque él ha recargado su movimiento. Ahora existen amplias sospechas de que su estrategia ha funcionado, donde es posible que el Congreso y el Ejecutivo ya tenga a ese Sendero recargado en el poder”, advirtió.
En la entrevista realizada por Augusto Álvarez Rodrich, Yamamoto explicó que hay un grupo importante de peruanos que rechaza estos movimientos terroristas; sin embargo, acotó que una parte de la población se ha dejado seducir por el discurso de identificación con los pobres y de rescatar el resentimiento acumulado.
“Debemos tener una gran alerta y terminar de matar el pensamiento de Abimael Guzmán y cualquier otra mutación”, manifestó.
Agregó que los movimientos reivindicatorios no son liderados por los segmentos más oprimidos, sino por una clase media que aprovecha el poco conocimiento que posee el primer grupo sobre cómo funciona la sociedad, la economía y la política.
El psicólogo social explicó que el crecimiento económico desigual es un factor para provocar un resentimiento que puede desatar conflictos, como los ocurridos en la década de los 80 y 90.
Según el experto, el Ejecutivo debe evitar cualquier tipo de ensalzamiento voluntario o involuntario del nombre de Guzmán, por lo que aseguró que el genocida no debe tener ningún rito funerario para evitar su culto.