Iber Maraví, ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, puso su cargo a disposición
El primer ministro Guido Bellido, por su parte, ha pedido la renuncia del funcionario. Varios congresistas han solicitado la salida de Maraví luego de que su nombre apareciera en atestados policiales que lo vinculan a actos terroristas.
El ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Iber Maraví, ha puesto su cargo a disposición en una carta enviada al presidente Pedro Castillo, luego de que varias bancadas parlamentarias solicitarán su salida, tras informaciones de dominicales en donde vinculan al funcionario con actos terroristas.
“Mi persona no ha renunciado. Lo que he hecho es poner mi cargo a disposición al presidente de la República. Será él quien determine”, declaró Maraví a la prensa, para luego colgar en su cuenta de Twitter la misiva que le ha remitido al jefe de Estado.
Horas antes, el primer ministro Guido Bellido contó que le había pedido la renuncia al titular de Trabajo durante una reunión que tuvieron este lunes. “Sí, ya se la he pedido, hace rato nomás (...) Hoy día. Hace unos minutos he colgado una foto de la reunión con él”, señaló en una entrevista para Sudaca.
Maraví había publicado una carta en sus redes sociales para negar cualquier tipo de pensamiento terrorista y lamentó que se lo quiera vincular con actos de terceros “que no atañan” su responsabilidad.
Asimismo, recalcó que no tiene procesos pendientes ni sentencias en su contra que manchen su trayectoria. “Soy categórico en señalar que no le debo nada a la justicia”, afirmó.
Atestado policial de 1981
Varias bancadas y congresistas, incluida la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, solicitaron la renuncia del ministro luego de que Panorama revelara que su nombre aparecía en un atestado policial de 1981 por supuestamente haber participado en una atentado terrorista en la ciudad de Ayacucho, en el que también estuvo implicada Edith Lagos, la senderista que habría recibido un homenaje por parte del primer ministro, Guido Bellido.
Según el documento de la Policía, Iber Maraví y su tío Víctor Olarte, quien también habría tenido participación, se encontraban como no habidos tras el atentado que se realizó en el marco del Día del Maestro de ese año y por el que fueron detenidas “Edith Lagos y Berlinda Mendoza”.
El ministro de Trabajo es cuestionado por aparecer en atestados policiales sobre atentados terroristas. Foto: difusión
Atestado policial de 1982
Hildebrando Pérez Huarancca fue el terrorista que dirigió, en 1989, la masacre contra más de 60 pobladores en Lucanamarca (Ayacucho), entre ellos varios niños. Este cruel senderista luego se convertiría en el suegro de Maraví.
En un atestado policial de 1982 figuraba el nombre de Pérez como uno de los autores contra el Hotel de Turistas a un vehículo del Banco de la Nación, entre otras entidades de Ayacucho. Filas más abajo aparecía el nombre de Iber Maraví, quien fue reportado como no habido.
Atestado policial del 2004
Asimismo, en otro atestado policial del año 2004 se lo denunció por terrorismo en la modalidad de instigación. Se trataban de hechos ocurridos en Ayacucho durante las protestas del magisterio, cuando era secretario general del Sute-Huamanga.
“Previa coordinación, ‘se dividieron y ubicaron estratégicamente’ dentro de la ciudad de Huamanga, de tal manera que cada gremio tenía una misión específica. Tal es así que, empleando los diferentes medios de comunicación radial, comenzaron a mal informar e incitaron a la población ayacuchana, afirmando que habían sido desalojadas los profesores brutalmente de los locales que tenían tomados y que, como consecuencia de ellos, dos profesores habían resultado muertos, varios heridos y desparecidos, por lo que salieron los dirigentes e integrantes de los gremios a las calles a apoyar a los docentes, generando los hechos delictuosos ya conocidos”, indicaba el documento revelado por El Comercio.
De acuerdo al atestado, Maraví fue consultado y dijo que su organización Sute-Huamanga decidió participar bajo la dirección del Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución (Conare) del Sutep, el cual eventualmente fue liderado por el profesor Huaynalaya Camposano.
El Conare tiene vinculaciones con el Movadef debido a que varios profesores de ese grupo figuraron en los padrones por el cual la organización terrorista intentó tener una participación política.
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