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Política

Hernán Chaparro Melo: “La ciudadanía castigó a FP y el Apra porque sus agendas están alejadas a sus demandas”

Entrevista al Jefe del Área de Estudios de Opinión del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

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Las proyecciones muestran que tendremos un Congreso fragmentado. ¿Qué se puede esperar con esta situación?

Sí. Siempre asumí dos escenarios, uno muy fragmentado como el que hay; y otro en el que un partido que es la novedad, como el Partido Morado, (crezca) como pasó en las municipales limeñas de 2014 con el Apra y Enrique Cornejo, y luego, en 2018, con Acción Popular y Jorge Muñoz, en la última semana, que es cuando el Perú decide. Ellos tuvieron un crecimiento vertiginoso. Pero la cobertura periodística que tuvo el tema de Julio Guzmán no creció el voto hacia los candidatos de su partido, sino más bien se subrayó la tendencia a la fragmentación. Pero es una fragmentación que pone mucho peso a los nuevos protagonistas de este proceso que yo llamaría de transición, no solo es de gobierno, sino política.

¿Transición hacia dónde?

Hacia partidos que deben tener una relación diferente. Hemos pasado de tener un cierto tipo de agrupaciones políticas, que eran frágiles y con problemas, pero eran protagonistas, y hoy son los grandes perdedores, como el Apra, Fuerza Popular y otros. Pero los dos que eran hegemónicos en el Congreso han sido derrotados. La ciudadanía los castigó con un voto muy bajo. Y comienzan a aparecer otros que estaban presentes, pero a nivel más secundario, aunque eran históricos, como Acción Popular; y nuevos, como el Partido Morado. Y se esperaría que producto de esta dispersión comiencen a generarse nuevas corrientes, que podrían estar entre los diez que aparecen hoy, y sean protagonistas en la historia del país de cara al 2021 o al 2026. Y dentro de 10 o 20 años nos veremos en un momento de quiebre, lo que es muy importante en términos de un proceso largo de vida política del país.

Sorprende el salto del FREPAP. ¿Podría estar entre la nueva corriente que señala?

En el corto plazo, en estos diez hay de todo y las distancias son muy pequeñas. Yo creo que el peso mayor cae sobre la agenda que tiene que definir rápido Acción Popular, porque no tiene un líder claro, a diferencia de los demás grupos que han sido elegidos. Acción Popular no tiene un liderazgo claro, ni se sabe bien qué va a postular o plantear, y se necesita trabajar muy rápido para poder llegar a los acuerdos de reforma política y revisar los decretos de urgencia, que son las cosas mínimas que hay que hacer en estas legislaturas. Y si la cabeza del partido más votado no está definida, hay un problema.

Si en esta elección la ciudadanía ha castigado a Fuerza Popular por obstruir al Ejecutivo, ¿por qué no hicieron lo mismo con APP y Acción Popular?

En el caso de APP ha tenido a dos congresistas de su bancada como ministros del Ejecutivo; entonces es visto como que APP ha tenido en parte una confrontación con el Gobierno por las actitudes de Acuña hijo, pero también una cercanía. En el caso de Acción Popular, si bien es verdad que más fue una bancada de oposición, con congresistas como Víctor Andrés García Belaunde, por otro lado estaba Yonhy Lescano. Esa diversidad de posiciones ha hecho que no los vean tanto dentro de la tensión con el Ejecutivo, como se vio al fujimorismo y al Apra.

¿Qué le espera al Ejecutivo con este Legislativo con diez bancadas? ¿Habrá un cambio o será nuevamente obstruccionista?

Cuando se le ha dicho obstruccionista al Congreso anterior, no se refiere a términos de proyectos de ley, pues pueden haber aprobado una serie de cosas. Aquí el obstruccionismo ha sido más de tipo político, de formas, de tono; o con cosas muy emblemáticas como los casos de (Pedro) Chávarry y (César) Hinostroza, o lo del general (Edwin) Donayre; o sea, cosas muy escandalosas, y en un momento en que la gente clama por un partido más cercano al sentir ciudadano. El elector ha castigado a los partidos que consideraba que estaban más concentrados en sus intereses internos, y está dando ahora oportunidad a partidos más de centro, como lo son los tres primeros, esperando que no se actué con radicalismos, y que se pueda plantear propuestas que hagan viable lo que la ciudadanía necesita.

¿Cómo queda la izquierda? ¿Es una de las perdedoras en este proceso?

Yo diría que ha ganado. Aún si no entra Juntos por el Perú, el hecho de quedar al borde implica una ganancia. Habrá que ver cuánto han sido el voto blanco y viciado para tener la figura completa en el análisis político, pero tiene once puntos, que no es poco.

Se dijo que esta elección era también contra la corrupción, ¿ha sido así?

No estoy tan seguro que la gente ha votado contra la corrupción, me parece que lo ha hecho como rechazo a ciertos partidos por su forma de hacer política. La ciudadanía siente que, por ejemplo, el Apra y el fujimorismo han estado actuando en base a agendas internas muy alejadas de sus demandas.

¿Por eso Podemos Perú superó la valla pese a las denuncias contra su principal dirigente, José Luna?

Lo que pasa es que Luna ha desaparecido y quien ha dado la cara es Daniel Urresti, y ahora deberá mostrar que en la práctica es alguien que va a luchar contra la corrupción. ¿Qué va a pasar con la denuncia que tiene Luna? Vamos a ver si Urresti tiene la misma convicción que contra el aprismo y el fujimorismo.

Estamos en un año electoral. ¿Cómo afectará esto las relaciones en el Congreso?

Tiene una parte negativa porque pone por delante un interés electoral de corto plazo, pero podría ser visto como un elemento que los incentive a mostrar que son capaces de dialogar poniendo por delante al país, el ciudadano le va a pasar la factura rápidamente en el 2021.