"La sentencia del TC permite la creación de nuevas bancadas, pues no tiene sentido que haya nuevos grupos parlamentarios sin que gocen de los derechos del resto".,Ya están conformadas las nuevas bancadas del Congreso (y quién sabe si se vengan nuevas) que han destronado a la mayoría de Fuerza Popular. Y aunque al partido de Keiko Fujimori no le guste, la más reciente bancada Unidos por la República ya viene recogiendo algunos de los más recientes disidentes del fujimorismo e incluso aquellos que se encuentran en un proceso de colaboración con la justicia peruana por el caso Cócteles. El gran problema, sin embargo, recién empieza. Y es que las bancadas necesitarán más que solo un nombre para poder empezar a trabajar. Hace falta concretar arreglos logísticos como la asignación de oficinas, recursos... es decir, presupuesto. Aquí viene lo complicado, pues, de acuerdo al reglamento interno del Congreso, es el Consejo Directivo el que tiene como tarea “aprobar el Presupuesto y la Cuenta General del Congreso…” para que luego pase a contar con la conformidad del pleno. ¿Quiénes integran el Consejo? Los miembros de la Mesa Directiva y los representantes de las distintas bancadas. El tema es que hasta hace poco todos los integrantes de la Mesa Directiva eran fujimoristas... hasta la renuncia de Daniel Salaverry. Aún sin Salaverry, cuando solo se había oficializado dos nuevas bancadas, el fujimorismo intentaba resistirse a que estas integren los espacios correspondientes como, por ejemplo, la Junta de Portavoces. Incluso el congresista Carlos Tubino buscaba que el Consejo Directivo sesione sin la presencia de nuevos integrantes para mantener el manejo de este espacio. Sin embargo, toda esta pugna se agudiza ahora que hay un tercer grupo parlamentario: Unidos por la República. Hay que ser sinceros, no hay mucho que discutir cuando sabemos que la sentencia del TC permite la creación de nuevas bancadas, pues no tiene sentido que haya nuevos grupos parlamentarios sin que gocen de los derechos del resto. Es inevitable que para dar cumplimiento a esta resolución, el fujimorismo pierda su mayoría en todas las instancias deliberativas del Congreso, incluyendo las comisiones de trabajo. Reajustar la composición de estas instancias es cuestión de tiempo, hasta que Salaverry –que aún está como no agrupado– plantee su estrategia y ponga sus fichas sobre la mesa. Recordemos que a mediados de año se viene el cambio de legislatura y él podría tentar la reelección encabezando nuevamente la Mesa Directiva. En ese intermedio, no se descartan nuevas renuncias. La cosa se pone interesante y todo por una bancada.