Lo que buscan los que critican el acuerdo con Odebrecht.,La fuerte embestida de estos días contra el acuerdo entre los responsables del caso lava jato y Odebrecht, solo puede ser entendida como manotazos de ahogados –con la complicidad de algunos abogados– de los que quieren impedir los testimonios de funcionarios de la empresa brasilera que deben ayudar a conocer la verdad que es indispensable para condenar a los políticos que hayan recibido sobornos para facilitar sus operaciones en el Perú. Luego de haber perdido en varias instancias en las que desplegaron esfuerzos políticos para impedirlo, incluyendo el copamiento del corrupto CNM; las maniobras escandalosas en la comisión lava jato del congreso presidida por la fujimorista Rosa Bartra; el blindaje a ‘su’ fiscal de la nación Pedro Chávarry; el intento de fuga del país a través de la embajada de Uruguay; y hasta tratar de involucrar en el caso, como sea, a otros políticos como el presidente Martín Vizcarra, ahora buscan, como intento desesperado de última hora, traerse abajo el acuerdo con Odebrecht. La estrategia del último par de días para lograrlo fue filtrar un acuerdo que requiere ser reservado con el fin de que su difusión lo tire al agua, para lo cual han utilizado a un abogado conocido por moverse con fluidez por las alcantarillas de las salas judiciales y las fiscalías, así como la participación entusiasta de algunos medios que están vinculados a esta mafia –algunos jueces de los audios han sido dilectos columnistas en los mismos– y que hasta han llegado a publicar suplementos con el contrato. Y la otra manera de traerse abajo el acuerdo es criticándolo en aspectos como el monto de la reparación civil –que ha sido calculado de acuerdo a los lineamientos y fórmulas establecidas en la ley 30737– o la posibilidad de que Odebrecht vuelva a contratar en el futuro con el estado. Casi todas las críticas buscan, en realidad, que no se concrete el acuerdo para impedir los testimonios que deben ayudar a llegar a la verdad sobre los sobornos vinculados a sus operaciones en el Perú, y sobre sus actividades ilegales como financiamiento indebido de campañas electorales. Sin este acuerdo no se conocería la verdad, la fiscalía se quedaría sin pruebas, los casos podrían caerse, no se podría indagar sobre las demás empresas investigadas, y Odebrecht podría declararse en insolvencia. Sin este acuerdo, no habría, entonces, ni reparación civil y, lo más importante, no se podría conocer toda la verdad para que se haga justicia y condene a los corruptos.