Fue la presentación de una demanda de Perú contra Chile en La Haya la que le hizo ver a Morales un camino para seguir posponiendo el momento de frustración marítima.,Cuando Evo Morales llegó a la presidencia, en el 2006, entendió que la aspiración boliviana de salir al mar sería clave en su gobierno. El tema, siempre manejado como una promesa política que luego demostraba ser inviable, había debilitado mucho a anteriores presidentes. Morales logró estirar tales expectativas por 12 años, hasta esta semana. Los trabajos de Morales empezaron, paradójicamente, en una negociación con Chile de los 13 puntos de la demanda marítima boliviana, entre ellos ciertamente el acceso al mar. Estas conversaciones se alargaron hasta chocar con el tema de una salida soberana por territorio chileno. En ese punto quedó congelada la geopolítica de Morales. Por el camino el avispado político boliviano no había obtenido el objetivo principal de los 13 puntos, pero sí algunos entendimientos importantes, entre ellos un quinquenio de buenas relaciones con Chile. Pero sobre todo Morales había ganado más tiempo que sus antecesores en la tradicional trampa política de ofrecer una salida al mar y no poder obtenerla. Pero en el 2013 La Paz retomó la iniciativa, con una demanda contra Santiago en la Corte Internacional de La Haya. La demanda no ha sido por acceso soberano al mar, sino para que Chile volviera a la mesa de negociaciones para discutir el tema. Ya no para discutir 13 puntos, sino ese punto único y decisivo que había quedado fuera la vez anterior. La Haya lo descartó. Fue la presentación de una demanda de Perú contra Chile en La Haya la que le hizo ver a Morales un camino para seguir posponiendo el momento de frustración marítima. Ese momento ha llegado, y la salida soberana al mar vuelve a ser un tema crítico de la política interna de Bolivia. El tema ha pasado de ser el mar a ser la reelección indefinida. Ya en el 2016 Morales perdió un referendo para poder candidatear en el 2019. Pero en diciembre pasado una decisión de la Corte Suprema le ha permitido competir por un cuarto periodo de gobierno, y todos los que se ofrezcan a partir de allí. Aunque con el antecedente del referendo y la derrota recién sufrida en La Haya, las cosas se le pueden complicar. Todavía puede contar con las ofertas de acceso comercial al Pacífico peruano.