Plaguicidas y salud en riesgo Jaime Delgado, defensor de los consumidores. Las recientes muertes en Ayacucho por ingesta de alimentos contaminados con plaguicidas son resultado de un deficiente sistema de supervisión del uso de agroquímicos. Basta ver en las zonas agrícolas del país que el principal negocio son las tiendas de agroquímicos, ya que los campesinos en su afán de combatir plagas e insectos no dudan en aplicar estos venenos, sin control, ni protección, exponiendo su salud, sus vidas y de los consumidores que luego ingieren esos productos. En los informes del SENASA se da cuenta de que se usan hasta 60 agroquímicos no autorizados para los respectivos cultivos; se ha descubierto, en las muestras analizadas en laboratorio, que muchos productos contienen agrotóxicos no autorizados o en límites superiores, el 48,8% de las mandarinas, el 22,4% de las naranjas, el 68,9% de las uvas, el 55% de los tomates, etc. Lo sufren los más pobres Lucila Quintana Acuña, expresidenta de Conveagro. La poca voluntad de los gobiernos, la falta de prevención, la desinformación, la negligencia profesional y la limitada regulación del comercio y el uso indiscriminado de plaguicidas en la producción de alimentos conducen a aumentar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Riesgos que comprometen la sostenibilidad de los sistemas agrícolas. Corresponde al gobierno aplicar medidas de mitigación y uso racional de agroquímicos a través del SENASA. Lamentablemente, los últimos sucesos de intoxicaciones masivas y muerte por ingesta de alimentos o bebidas contaminados recaen en sectores vulnerables rurales en situación de extrema pobreza, alejados de asistencia médica inmediata. El Estado debe dar las sanciones para revertir este grave problema. Las personas son la prioridad y no los negocios que matan y destruyen el medio ambiente.