"Desde el Kongreso fujiaprista no veremos más que acciones que apañen a Chávarry. Vizcarra está jugando mejor el partido pero no parece querer arremeter directamente contra Chávarry".,La mafia se reacomoda. La mafia se ríe en nuestras caras. Con Chávarry como mascarón de proa del barco pirata que nos avergüenza como nación, que nos degrada como democracia. Es inadmisible que quien lidera la Fiscalía de la Nación sea un sujeto que ha mentido públicamente sin ninguna vergüenza ni reparo. Es una burla. Es inaceptable que este sujeto sin altura moral haya usurpado un cargo torciendo éticamente los mecanismos institucionales al ser ratificado por dos fiscales cuestionados e implicados en los audios, Tomás Galvez y Víctor Rodríguez Monteza. Es inconcebible que Chávarry se erija como Fiscal de la Nación luego que descubiertas - una y otra vez todas sus mentiras con cada audio - haya dicho que mintió por salvaguardar al Ministerio Público. ¿Nos toma por imbéciles? El Ministerio Público no necesita gente cuestionada, que miente a la nación no una sino tres, cuatro, cinco veces. Al contrario, sus mentiras lo descalifican de plano para el cargo en el que debe estar alguien impoluto, con sentido ético y valor a la verdad por tratarse de un órgano de justicia. Chávarry viene resistiendo en el cargo porque tiene el apoyo de los dos grupos políticos con mayor poder actual y que más involucrados están por los casos #Lavajato-Odebrecht y #Lavajuez. El fujiaprismo está aterrado porque les costó mucho esfuerzo y paciencia tener algo controlada la investigación Lavajato contra sus líderes, ya que el caso es tan público y escandaloso que no podían usar sus influencias tan descaradamente. Pero los audios les ha aguado la fiesta porque no tienen control sobre ellos y éstos ponen al descubierto, precisamente, la red de fiscales y jueces corruptos de las que siempre se han valido y ahora más que nunca necesitan para librarse de la cárcel por las evidencias de Lavajato. Por esodesde que los audios empezaron a ser difundidos por IDL-Reporteros, la mafia empezó el contraataque: desde el Kongreso citaron amenazadoramente a Gustavo Gorriti y a Rossana Cueva para que delaten sus fuentes y entreguen los audios. Y desde la Fiscalía fue el fiscal supremo Víctor Raúl Rodríguez Monteza (el mismo que ha ratificado írritamente a Chávarry) quien intentó amedrentar a Gustavo Gorriti en sus oficinas de IDL-Reporteros al exigir que entregaran los audios y revelen sus fuentes bajo amenaza de delito de desobediencia a la autoridad. Chávarry ha hecho una sola buena cosa desde que usurpó inmoralmente el cargo de Fiscal de la Nación y eso es: haber sacado a Hamilton Castro que era el fiscal del caso #Lavajato-Odebrecht que boicoteaba el acuerdo con Brasil para poder acceder a los interrogatorios que lleven a Alan García y Keiko Fujimori. Pero no hay que aplaudirlo por ello porque siendo quien ha demostrado ser y teniendo el oscuro pasado montesinista que tiene, podemos estar seguros que Chávarry no ha tomado esas decisiones porque le importe que se sepa la verdad y se haga justicia sino solo para “legitimarse” a ojos de quienes saben que poner a liderar al fiscal Vela y empoderar a Domingo Pérez permitirán que Lavajato-Odebrecht avance como debe. Pero Chávarry no trabaja para el Perú ni para la justicia ni para la verdad, porque mientras urde su estrategia para legitimarse ha iniciado en paralelo una persecución en contra de los periodistas que difunden los audios y en contra de la valiente fiscal Rocío Sánchez sin quienes jamás nos habríamos enterado de a miseria en el aparato judicial porque a ningún peruano le cabe duda que los audios en poder de esos malogrados fiscales hubieran sido fondeados. La coartada de Chávarry para investigar a Sánchez es que debe saberse cómo ocurrió la filtración a la prensa pero toda la vida se han filtrado asuntos de interés público a la prensa y solo los mafiosos o dictadores deciden persiguir a quienes revelan lo oscuro en lo que están involucrados. Los audios son de total interés para la nación, sin embargo, Chávarry se pone a perseguir a quienes han ayudado a develar la miseria en la que se mueven los magistrados. Esos a quienes cuesta llamar magistrados porque en vez de impartir justicia solo imparten vergüenza e injusticia, convirtiendo todo en mercancía política o pecuniaria. Desde el Kongreso fujiaprista no veremos más que acciones que apañen a Chávarry. Vizcarra está jugando mejor el partido pero no parece querer arremeter directamente contra Chávarry. Mal, pues no se puede pretender una reforma y purga real con los mafiosos solo reacomodándose. Solo nos queda en las calles hacer escuchar nuestro más profundo repudio, hacer valer nuestro derecho ciudadano a tener un Fiscal de la Nación que no sea una burla al Perú, a la justicia y a la ética profesional. Solo nos queda tomar las calles para sacar a Chávarry. Nadie más, al parecer, lo hará por nosotros.