A celebrar la independencia pero no como unos soldados.,La indignación ciudadana por la profunda corrupción en el estado peruano ha sido un buen pretexto en algunos colegios para cancelar los desfiles militares de este año, pero esta manera de celebrar la independencia en las escuelas debería ser reemplazada por eventos con un mejor sentido de la república. La iniciativa de abstenerse de participar en el desfile fue del colegio piurano Jesús de Nazareth como expresión de protesta por los escándalos en el CNM, y produjo réplicas en varias otras escuelas de Tumbes, Cajamarca, Arequipa, Cusco y Junín. La vicepresidenta Mercedes Aráoz pidió anteayer, en la ceremonia por el aniversario de la FAP, que los colegios no dejen de participar en los desfiles, y la verdad es que se puede discutir si la profunda corrupción que se está destapando justifica la ausencia en estos eventos o, por el contrario, constituye una oportunidad para hacerlo con más entusiasmo como expresión de compromiso con el país en un momento complejo. Pero ese no debiera ser el foco de la discusión, pues la independencia es una fecha que siempre debería ser conmemorada en los colegios. El tema de fondo es la identificación de la manera más apropiada de hacerlo por parte de los escolares. El desfile militarizado constituye una manera equivocada pues restringe la independencia a un evento puramente militar cuando su enfoque debiera ser más amplio y rico como para solo disfrazarse de soldado. La independencia del Perú significó un hecho trascendental pues marcó el inicio de la república, pero tiene muchos más ámbitos que solamente el militar. Las guerras de independencia son relevantes y el tradicional desfile militar del 29 de julio es el ámbito para reconocerlo, pero los colegios deben celebrar la fecha con un enfoque social y cultural mucho más amplio y rico. Por ello, se debe impulsar las propuestas que circulan desde hace tiempo para transformar esos desfiles absurdos en los que los escolares se visten de solados, por otro tipo de actuación, incluyendo pasacalles, que celebren las tradiciones peruanas. Y que sean, también, oportunidades para que en los colegios se discuta sobre el significado de la independencia nacional, con enfoques plurales que les abran la mente a los escolares. Pienso, por ejemplo, en la estupenda obra Discurso de promoción de Yuyachkani, con una mirada crítica del período republicano. A celebrar la independencia en los colegios con entusiasmo, pero no marchando como soldados.