Las cifras anuales de la lucha contra la pobreza se lentificaron por obvios motivos económicos, pero también porque el retroceso de la pobreza residual se fue volviendo menos elástico, más difícil de lograr.,Durante casi 20 años una drástica reducción de la pobreza ha sido uno de los orgullos en la marcha económica del país. El logro venía siendo fuerte: según el Banco Mundial el porcentaje de pobres se redujo de 58.7% en el 2004 a 20.7% en el 2016. Son cifras que desagregadas por sectores siguen revelando enormes bolsones de penuria, pero el logro general es indiscutible. En todo ese periodo “lucha frontal contra la pobreza” fue una frase socorrida de los políticos, y un objetivo que efectivamente estaba siendo alcanzado, y que transformó el rostro socio-económico de la población. El secreto: buenos precios de las materias primas, una gestión económica ordenada, y programas sociales operando desde una caja fiscal solvente. Desde el 2014 el ritmo de disminución de la pobreza había venido decreciendo, como consecuencia automática de una economía menos pujante. Aunque no era tema de debate público, la reversión de la tendencia hacia una reducción del porcentaje de pobres ya estaba en las cartas. Quizás fueron las catástrofes naturales y políticas del 2017 las que dieron el puntillazo final. Las cifras anuales de la lucha contra la pobreza se lentificaron por obvios motivos económicos, pero también porque el retroceso de la pobreza residual se fue volviendo menos elástico, más difícil de lograr. Digamos que los pobres de hoy no han podido ser pasados a otra condición a pesar de casi 20 años de esfuerzos sostenidos. Al lado de las explicaciones sobre el nuevo crecimiento de la pobreza, está el efecto psicológico. Esto quiere decir impacto en las esperanzas de los pobres, y un nuevo tipo de temor a la recaída entre los que ya han salido de la pobreza, pero a la vez saben que no viven muy lejos de ella. Todo lo cual tiene una traducción a la política de la opinión pública. ¿Será posible revertir este nuevo aumento de la pobreza? El 1% perdido en el 2017 parece poco, y esa medida superable, aunque no necesariamente en lo inmediato. Pero el desafío de fondo es poder seguir con la disminución de los pobres en el país. En este tema lo que tenemos hasta ahora son muchos reproches, pero pocas propuestas de solución.