Estas delaciones serán las realmente duras, pues tocan indiscutibles delitos, mientras que Jorge Barata ha venido hablando casi exclusivamente de dinero para campañas electorales, un territorio de culpas discutibles.,Luego de unas semanas de descanso en el tema, dos nuevos Baratas ya se acercan a la primera fila de las delaciones, y les estarán revelando nombres a los fiscales peruanos en un par de días. Se trata de Fernando Migliaccio da Silva y Luiz Mameri, respectivamente jefe de Odebrecht para América Latina y jefe de la oficina de coimas a funcionarios. La idea es que estas delaciones serán las realmente duras, pues tocan indiscutibles delitos, mientras que Jorge Barata ha venido hablando casi exclusivamente de dinero para campañas electorales, un territorio de culpas discutibles. La pareja de brasileños todavía no ha hablado, pero ya hay primeras planas presentando culpabilidades, muy levemente condicionadas. Hasta aquí el único presidente acusado de haber recibido coima es Alejandro Toledo, y se supone que las nuevas delaciones traerán nuevos nombres. Los candidatos a figurar son Ollanta Humala y Alan García, por haber ocupado la presidencia. Pero lo más probable es que veamos una bandada de funcionarios de segundo y tercer nivel, que es donde se tramitan esas cosas. Como en tantas anteriores situaciones, aquí lo importante va a ser la demostración. Pues, por obvias razones, los casos de coimas con recibo o depósito en cuenta son bastante raros. En los demás hay que apelar a cosas como los enriquecimientos súbitos, sobre todo aquellos ligados a decisiones inexplicables. Un camino de condena menos fácil de lo que suena. Una encuesta Ipsos de ayer sugiere que los ciudadanos no se han saciado con un trimestre de espectaculares acusaciones en torno de las altas esferas políticas, y repudian más la corrupción que la inseguridad personal. Esto sin duda hará que los fiscales tomen aliento y relancen un nuevo ciclo de investigaciones de alto perfil. Pero el respetable haría bien en irse preparando para recibir exclusivamente nombres de personas administrativas y no políticas. Pues hasta aquí estos han sido los coimeados que recuerda la gente de Odebrecht, gente de bajo perfil, pero con poder suficiente como para vender una decisión en el mercado secreto de las coimas. Mientras tanto el caso Odebrecht sigue causando problemas serios en la construcción, al grado de que hay un pedido para que se le deje concluir las obras que la empresa tiene más avanzadas.