El periodismo está de luto. Es por ello que esta columna va dedicada a los hombres de prensa que día a día arriesgan sus vidas, en especial, a aquellos que continuarán la labor de informar lo que sucede en la frontera de Ecuador con Colombia, siguiendo los pasos de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra.,El periodismo está de luto. Es por ello que esta columna va dedicada a los hombres de prensa que día a día arriesgan sus vidas, en especial, a aquellos que continuarán la labor de informar lo que sucede en la frontera de Ecuador con Colombia, siguiendo los pasos de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra. Ojalá sus familias y amigos tengan la fuerza para sobrellevar esta terrible pérdida y seguir apostando por la justicia. El proceso colombiano no ha sido sencillo y las cosas no se han dado de un día para otro. Este grupo de disidentes -asesinos en verdad- se agruparon en el llamado Frente Oliver Sinisterra, en el 2016, luego de que las Farc anunciaran formalmente que dejarían las armas. Actualmente dicen querer dialogar con las autoridades, aunque fueron los primeros en rehuir los acercamientos y conversaciones con el gobierno de Colombia en el marco de las negociaciones por la paz con la entonces guerrilla. Criticable o no el proceso, jamás hubo una voluntad de cesar la violencia de parte de personajes como Walter Arízala, alias ‘Guacho’, quien prefirió dedicarse al negocio de la cocaína y la extorsión en zonas fronterizas. Lamentablemente, el mundo se encuentra atravesando años duros para la prensa libre. La Federación Internacional de Periodistas informó que al menos 81 reporteros fueron asesinados en el año 2017 mientras cumplían con su trabajo, la mayoría de ellos en México. De hecho, este país es considerado el más peligroso para ser periodista en el mundo. No sólo el narcotráfico, sino también la corrupción y la censura en este país han ocasionado una serie de agresiones contra los trabajadores de medios de comunicación u hombres de prensa independientes que van desde la detención arbitraria hasta el homicidio de quienes día a día nos permiten acceder al derecho ciudadano de estar informado. En este reporte, muy cerca a México, se encuentran países en zonas de conflicto con altos índices de violencia como Afganistán, Irak y Siria. Si bien son tiempos difíciles para la libertad de expresión, también me atrevo a decir que nos encontramos en un momento clave en el que nuestras sociedades están cada vez más conscientes y organizadas en contra de la impunidad. Luchando contra la violencia y atentos a que las autoridades de cargo público cumplan con su labor, esperemos seguir apoyando la noble labor de los periodistas en el mundo.