WhatsApp sigue llegando cargado de nombres, y hasta listas enteras, con propuestas, deseos, cábalas, y demás intentos de adelantarse a los hechos.,A pesar de que Martín Vizcarra se ha dado unos 10 días para presentar un nuevo gabinete (cae como a fines de esta semana), WhatsApp sigue llegando cargado de nombres, y hasta listas enteras, con propuestas, deseos, cábalas, y demás intentos de adelantarse a los hechos. Nueva confirmación de que hay entre nosotros una fuerte vocación de jefe de personal, lo que hoy se llama recursos humanos. La expresión más intensa de esta vocación está en aquellos artículos que le recomiendan al nuevo presidente a quiénes no nombrar de ninguna manera. Consejeros que sentirán por lo menos haber salvado sus conciencias. Caviares o fujimoristas son los más objetados como opciones, más no los únicos, y las advertencias llegan a incluir nombres propios. Como nunca hay gabinete que pueda satisfacer a todo el mundo, buena parte de esta oficiosa comparsa de adivinos y vetadores está condenada a la decepción. Pues el descubrimiento de tendencias ocultas en un nuevo gabinete es un verdadero arte entre los comentaristas, y se practica desde el primer día. En esto un solo ministro puede ser visto tiñendo al Ejecutivo entero, de rojo, de naranja, o cualquier otro color. Los pronósticos más interesantes que llegan por el teléfono son los que buscan delinear con nombres la imagen presidencial. En este caso se trata de regionalistas, ingenieros, moqueguanos, o amigos personales con otros perfiles. Son los vaticinios menos ambiciosos, pero probablemente con la mejor posibilidad de hacer bingo en un número de carteras. ¿Toma en cuenta estas voces un presidente? En realidad no se sabe. Quizás alguna de esas menciones le traiga a la memoria un nombre traspapelado, y eso haga vibrar una cuerda. Algunos nombres pueden producir una sonrisa, pero no es el tipo de decisión que se procesa a través de los medios. Menos con unos medios recalentados por el encono político. Sin embargo las cotas de descontento que es posible alcanzar con un nombramiento en falso sí tienen que ser tomadas en cuenta. Ha habido casos de sorpresas al día siguiente de la juramentación, o poco después. En esta era de destapes la selección tiene que ser muy cuidadosa, casi policial. En estos días las listas de WhatsApp no suelen considerarlo.