La fundación Thompson Reuters ha realizado una encuesta a nivel mundial sobre las peores megaciudades para las mujeres y Lima ha quedado calificada como la quinta más mala en todo el orbe. No se trata solo de las pruebas PISA o los índices de desarrollo humano o el informe de la FAO sobre el hambre, también en peligrosidad y acceso a derechos, Lima es la más absoluta perdedora, a la cola del planeta. En el índice general estamos peor que megaciudades como Delhi (India), Lagos (Nigeria) o México y Sao Paulo en América Latina: Lima se encuentra en las peores condiciones en áreas como violencia sexual, acceso a la salud, equidad en las prácticas culturales y empleo. Ah… y somos la peor del mundo en acceso a recursos sanitarios y salud en general, sobre todo, cuando se trata de control reproductivo y mortalidad materna, incluso por encima de Karachi, ciudad de posguerra de Paquistán, y por encima de Kinshasa, la capital del Congo, país con la cifra récord de 1,152 violaciones diarias. ¡Castañeda al fin quedó primero en algo! Disculpen el sarcasmo, pero es una forma de controlar la ira. Hoy esta ciudad de espaldas al Perú, Lima, está colapsada. Colapsada en tráfico; colapsada en áreas de recreación; colapsada en servicios a los ciudadanos, pero, sobre todo, por ser una ciudad brutal contra nosotras las mujeres. “Los embarazos adolescentes y los abortos callejeros ayudaron a situar a la capital peruana al fondo de una encuesta mundial: Lima fue nombrada como la peor megaciudad del mundo para las mujeres que buscan atención médica” dice el reporte de Thompson Reuters Foundation. Si el tráfico es el ejemplo usual para hablar de lo mal que estamos, es solo un detalle. Una jefa del hogar que vive en Carabayllo y trabaja en Chorrillos accede mediante el Metropolitano, pero debe hacer colas larguísimas y la duración del viaje es de tres horas ida y vuelta. Luego de trabajar más de diez horas por un sueldo que no equivale al de un varón, una mujer regresa cansada a casa en un transporte público abarrotado, lento y lleno de depredadores. No hay calidad de vida. El estrés de la ciudad ahonda la agresividad en los y las limeñas que, además, debemos vivir pendientes de robos, tocamientos indebidos o acoso a la vuelta de la esquina. Para las mujeres Lima es cruel. No solo por el acoso sexual en el transporte público, sino por las múltiples dificultades de acceso a derechos. Como sostiene la encuesta: “En general, la capital peruana, con una población de aproximadamente 10 millones, fue clasificada como la peor ciudad de acceso a asistencia sanitaria en el mundo; la quinta ciudad más riesgosa para las mujeres en general y la quinta para las mujeres que buscan acceso a recursos económicos como educación, tierra y servicios financieros, o incluso cuentas bancarias”. El próximo año se realizarán las elecciones municipales pero, ¿algún candidato/a tendrá en cuenta estas cifras y condiciones diabólicas? Las mujeres saldremos a las calles este 25 de noviembre para exigir que no siga la violencia de género. ¡Tengamos en cuenta esta violencia de la ciudad y luchemos contra ella! Lima no puede ser un machinario. La encuesta y sus resultados http://poll2017.trust.org/