Informe. OEFA efectuó una inspección a la mina. Determinó que sus aguas ácidas afloran en dos quebradas que desembocan en río Coralaque y en el Titire. Organismo hará un nuevo estudio y en noviembre se determinará si sancionan a la minera.,Rufino Motta Moquegua Las causas de contaminación del río Coralaque, uno de los afluentes del río Tambo, comienzan a apreciarse. El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) detectó hasta 17 puntos de afloramiento de aguas ácidas de la mina aurífera Tucari de la empresa Aruntani SAC que desembocan en las quebradas Apostoloni y Margaritani. La primera es afluente de Coralaque que en junio pasado su caudal se tiñó de color marrón amarillento . La segunda quebrada ingresa al río Titire, que también registra alto valor de arsénico. El ente fiscalizador, a través de la Dirección de Supervisión, realizó una inspección especial dentro de la unidad minera entre el 18 y 21 de junio pasado. El trabajo de campo se efectuó después que comuneros de poblados aledaños realizaran denuncias públicas sobre el cambio de color del agua de Coralaque. Los resultados de la diligencia se dieron a conocer a través de Resolución Directoral Nro. 054-2017-OEFA, de fecha del 22 de este mes. DEFICIENCIAS En el documento se precisa que se ha constatado que las medidas de mantenimiento, control y optimización de los sistemas de tratamiento de aguas ácidas están inoperativos o funcionan con deficiencias. Entonces se presume que esas aguas ácidas están llegando a las quebradas. Al pie del talud del depósito de desmonte hallaron efluentes discurriendo e infiltrándose a un metro antes del canal del norte. Aguas abajo del depósito se observó varios afloramientos que discurrían sobre la superficie hasta llegar a Margaritani. Las tuberías de rebose de la poza serpentín se encontraban obstruidas. Además, hallaron huellas de rebose de agua proveniente de uno de los pozos sobre terrenos colindantes hacia esta misma quebrada. Asimismo, constataron que el sistema de tratamiento de aguas del tajo estaban en similar situación. Las tuberías de rebose de la poza denominada de decantación Nro. 2 estaba obstruida. Las aguas de desechos mineros de este sector también drenaban sobre áreas cercanas a la quebrada Apostoloni. Aruntani como parte de su descargo remitió fotografías a las autoridades fiscalizadoras asegurando que sus sistemas de tratamiento sí están funcionando, pero OEFA considera que son insuficientes. También se advierte que hay afectación a aguas subterráneas por el drenaje de desechos en la napa freática. Para la jefa de la Oficina Desconcentrada de OEFA, Valmi Flor Herrera, hay alto riesgo de ocurrir un mayor impacto ambiental. Esto teniendo en cuenta que los meses de diciembre a marzo se presentan precipitaciones pluviales que podrían arrastrar estas aguas ácidas en mayor volumen a las cuencas. Es por eso que por ahora ha ordenado a Aruntani a cumplir medidas preventivas. Dispuso captar y dar tratamiento a las aguas que fluyen del depósito y el tajo en un plazo de 30 días hábiles. A la vez, deberá de remediar el suelo por donde ha discurrido el agua ácida de sus pozas y el suelo aledaño dentro de 45 días, entre otras acciones. Los ríos mencionados discurren hasta el valle de Tambo, en la provincia de Islay (Arequipa). En esta zona, así como en el trayecto donde hay poblados moqueguanos se toman para el consumo humano y la agricultura. nuevas medidas La OEFA y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) hicieron un monitoreo preliminar en Coralaque, en junio pasado. Concluyeron que sí había alteración en la calidad del agua, pero que no se atrevieron a decir cuál era la fuente. El estudio arrojó que hasta 12 parámetros de la zona circundante superaron los límites permisibles. En la naciente, se detectó altos niveles de aluminio, fierro, cobre y un PH elevado en otros 10 puntos monitoreados. Aquella vez, en una de las reuniones del Comité de Monitoreo, se advirtió que de regarse con agua con alta concentración de metales como arsénico, cobre, hierro, plomo seca las hojas de las plantaciones como maíz, papa y otros. Flor Herrera sostuvo que aún no se puede afirmar cuál es el nivel de daño y tampoco responsabilidades. La Dirección de Evaluación de la OEFA realiza de manera paralela otro estudio más especializado. El resultado de ambos debe concluir a fines de noviembre. De esta conclusión dependerá la sanción. ß