Cargando...
Política

Carta sobre la huelga

[Reproducimos parte de un texto recibido por correo]

larepublica.pe
Carta sobre la huelga

El resultado de la reunión del dirigente Pedro Castillo y su grupo con congresistas fujimoristas encabezados por Héctor Becerril y Paloma Noceda (presidenta de la comisión de Educación) ha sido negativo para los intereses de quienes esperaban que el fujimorismo se comprometiera con la anulación de la evaluación de desempeño docente.

El fujimorismo ya cerró filas: respetarán la evaluación de desempeño y no presentarán ninguna iniciativa al respecto. Con eso han dejado fuera de juego al Frente Amplio que, presuroso, había presentado un proyecto de ley en esa perspectiva.

A la postre el gobierno tomó la precaución de no dialogar con Castillo y de no responder su propuesta de mesa de diálogo, hecha el miércoles, hasta que no se informara del resultado de su reunión con los fujimoristas. Ahora que ya se sabe, el gobierno haría mal en responder a su propuesta, y debería colocar el peso principal de su campaña en el retorno a clases de los maestros. También podría ir reforzando el mensaje sobre la capacitación docente para preparar a los maestros para la evaluación de desempeño.

Con ello podrían lograr que se produzca el retorno a clases sin que medie una orden del grupo de Castillo. Esto de hecho está pasando en Arequipa y Lima: no hay quien levante la huelga, y por tanto, el retorno se está realizando colegio por colegio.

Es inevitable que Castillo ahora empiece a dar zarpazos de león herido, y el Conare-Movadef va a mostrar el despliegue de toda su furia esta semana tratando de imponer el diálogo con los nuevos contingentes de gente que está viniendo a la capital desde Cajamarca, Jauja, Ica y Huancavelica.

El gobierno debe resistir, pero de ninguna manera abrirles el diálogo a este sector de huelguistas. Todo diálogo debe hacerse en las regiones, con las mesas técnicas convocadas para ese propósito por los gobiernos regionales. No tiene sentido que empoderen al Sute de Bases Regionales.

Ahora que Castillo no sabe cómo levantar la huelga con una victoria de él y de su grupo, el gobierno no debe permitir que la presión de la masa en las calles baste para imponer una negociación. Permítanle que pase a una posición de derrota.