El caso Humala y Nadine muestra con claridad la falta de autonomía de la Fiscalía y del Poder Judicial. Varios factores inciden en este problema, pero me parece que lo más importante son el Congreso fujimorista, el fujimorismo y el Apra como partidos, los medios concentrados y la mediocridad de muchos de sus cuadros. El poder avasallador del Congreso (controlado por el fujimorismo y por su apéndice aprista) influye (y busca influir más) en todos los organismos de control (Poder Judicial, CNM y TC) y atemoriza o seduce a los fiscales y a los jueces. Ellos creen probablemente que su futuro depende, en gran medida, de la mayoría avasalladora del Congreso. Las comisiones investigadoras del Congreso también los intimidan. La Comisión de Lava Jato, por ejemplo, se ensaña con sus enemigos y encubre a sus jefes, amigos y compañeros. El fujimorismo y el Apra son los partidos que tienen más militantes y simpatizantes en las filas de la Fiscalía y del Poder Judicial. Ellos se encargan de blindar a los políticos de sus simpatías y de acusar y juzgar con severidad a los que no gozan de las mismas. Hace poco AG se ufanaba de haber salido airoso e impoluto de más de una treintena de veces que ha sido investigado por el Poder Judicial. Los políticos honestos se ufanan, en cambio, de nunca haber pisado las oficinas de un juez. Los medios concentrados son los que ejercen mayor presión sobre jueces y fiscales. Como todo oligopolio, su poder es inmenso y no tiene contrapesos. Ellos acusan, procesan y juzgan y los fiscales y jueces, que carecen de agenda propia de lucha contra la corrupción, terminan sometiéndose a sus designios. Es probable que la mayoría de la casuística judicial provenga de los medios concentrados que inflan y levantan las acusaciones contra sus enemigos y encubren y silencian las de sus amigos. Para entender mejor su modus operandi es aleccionador cómo se escandalizan por los financiamientos de las campañas de Humala del 2006 y del 2011, pero enmudecen o minimizan los que se refieren a KF y a AG, pese a las declaraciones de Odebrecht que los involucran en el financiamiento de la campaña electoral del 2011. Hurgan en las finanzas de Humala el 2006, pero callan en todos los idiomas sobre las fuentes financieras de AG y Lourdes Flores en ese mismo año. Se comen el sapo, sin hacer ningún gesto, del financiamiento millonario de las campañas electorales de KF con rifas y cocteles. Ella fue el 2011 y es su candidata favorita para el 2021. La concentración de los medios es una seria amenaza contra la correcta administración de la justicia en el Perú. Ella debe entrar a formar parte de la agenda del debate público de hoy en adelante para encontrarle una solución. Todos estos factores que anulan o menguan la autonomía del Poder Judicial podrían incidir menos en ella si los fiscales y los jueces fueran funcionarios altamente calificados y con entereza moral para resistir esas presiones y chantajes. La justicia necesita jueces y fiscales calificados, valientes y probos para ser creíble.