Primer año legislativo. Salgado celebró la emisión de más de 200 normas, pero en realidad, a la fecha, solo 95 tienen la categoría de ley y, de esta cifra, el 24% son solo declarativas.,Ver a una congresista recoger sus papeles y abandonar muy molesta el Hemiciclo. Escuchar sus gritos, a pesar de que le habían apagado el micrófono. Oír decirle a un colega de su misma bancada: ‘¡Póngase los pantalones!’. Todo eso podría quedar en lo anecdótico. Pero no. Aquella mañana de junio, el país asistía a un debate sobre un tema que pudo haber sido el principal logro de este primer año del Congreso: la reforma electoral. Sin embargo, todo se fue literalmente al tacho de basura. Así, con esas palabras, resumió el legislador Yonhy Lescano el esfuerzo de siete meses de un subgrupo que había elaborado una propuesta de nuevo código electoral. Pero Fuerza Popular optó por mandar al tacho tal propuesta. Lo demás es historia conocida: Patricia Donayre, quien había lanzado los gritos contra Miguel Torres, renunció a Fuerza Popular. Culminó el primer año del Congreso. Ninguna ley ni reforma relevante. PUEDES VER Luis Galarreta, el segundo fujimorista en dirigir el Congreso En opinión de Walter Albán, director ejecutivo de Proética, estamos ante un claro déficit en este primer año de la labor legislativa del Congreso de la República. “Más bien, en varios aspectos ha sido decepcionante. No vemos una clara visión de hacia dónde quieren orientar tremenda atribución, en temas claves como la lucha anticorrupción”, sostiene Albán, quien no oculta su preocupación, pues a falta de reforma electoral, los comicios del 2018 nuevamente podrían estar infiltrados con dinero proveniente de actos y organizaciones ilícitas. La versión oficial Al término de su mandato como presidenta del Congreso, Luz Salgado resumió en un discurso lo que consideró los logros de su gestión. En términos cualitativos, destacó cuatro leyes: la prórroga del plazo para el pago de IGV de la micro y pequeña empresa; la habilitación para que militares y policías pensionistas puedan ser contratados; los beneficios para el migrante retornado; y la ley de institutos y escuelas de educación superior. Eso fue todo. En tanto, en cifras, Salgado celebró la emisión de más de doscientas leyes. “En este periodo (se) ha aprobado más de doscientas normas, importantes leyes para el país, batiendo el récord de los últimos cinco años”, dijo. Y hubo aplausos en el Pleno. Hablan las cifras Otra es la realidad. De esas doscientas normas aprobadas, solo 95 son en la actualidad leyes (ver infografía). Hay 40 autógrafas pendientes de promulgación y otras 42 han sido observadas por el Ejecutivo. Es decir, 82 normas aprobadas por el Congreso tienen un futuro incierto. Hay otras 37 normas que solo son resoluciones legislativos, algunas de orden administrativo, otras, por ejemplo, de amonestación por faltas éticas, todas estas sin mayor relevancia en términos de políticas públicas para el país. Es más, el 24% de las 95 leyes promulgadas son solamente declarativas, según la sistematización que hizo Milagros Campos, profesora de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Las malas intenciones En cambio, este Congreso tuvo el despropósito de intentar dar marcha atrás a algunas reformas. Dos botones para muestra: el intento del aprismo y el fujimorismo para traerse abajo la reforma universitaria o el reiterado intento de Fuerza Popular para regresar a la reelección inmediata de los alcaldes.