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Opinión

El hambre afecta a más peruanos

Según reporte mundial de la FAO, alcanza a 17,5 millones.

larepublica.pe
Editorial

El hambre ataca a más de la mitad de las familias peruanas. Se trata de la reducción del alimento que se lleva a la mesa familiar, en calidad y cantidad. O en casos extremos, significa prescindir de una comida de las que normalmente se consumían a lo largo del día. Es decir, 17,5 millones de peruanos que están padeciendo de inseguridad alimentaria nutricional moderada o grave.

La condición cada vez más precaria de los pobres en el país la ha puesto en evidencia en este último reporte mundial sobre seguridad alimentaria que ha publicado ayer la FAO. En esta evaluación de la situación a nivel global, se señala que son entre 713 y 757 millones de personas que están siendo afectadas por esta condición tan lamentable de tener hambre y carecer de los medios para aplacarla.

En América Latina y el Caribe, la situación ha mejorado algo. Han retrocedido las cifras iniciales y ahora son 28% del total de la población; es decir, 41 millones de personas de esta parte del planeta que está siendo afectada por esta necesidad de contar con acceso a la alimentación sin lograrlo.

En el caso peruano, la situación que fue particularmente mala durante el periodo 2022 a 2023 ha empeorado. Con el índice de pobreza que está en ascenso, es explicable que las cifras de hambre sean más abultadas. A ello hay que agregar el mayor precio de los alimentos, lo que ha incidido en que un tercio del país, algo más de 11 millones de personas, no pudo lograr ingerir una dieta saludable.

Es una situación muy complicada porque se trata de los niños, las mujeres en edad de ser madres, los ancianos, quienes no están logrando alimentarse adecuadamente. Se trata de personas que han variado sus alimentos, buscando abaratarlos o que directamente están pasando hambre, dejando de comer.

Sin una mayor presencia del Estado a través de programas sociales o con ayuda directa a comedores populares y clubes de madres que reciben presupuestos ínfimos, es poco lo que se puede hacer para superar el riesgo de generaciones con anemia, malnutrición y los efectos directos en su capacidad intelectual y física. Terrible.