La invasión de Normandía que ahora cumple 80 años fue al mismo tiempo la derrota de la Muralla Atlántica construida por los nazis. La cadena de bunkers armados hasta los dientes tuvo un alto costo para los invasores, pero no tanto que les impidiera avanzar hacia el corazón de Europa. Todavía se discute por qué esa obra de arquitectura militar fue un fracaso.
De las muchas críticas a la Muralla preferimos que ella era una defensa inmóvil frente a enemigos con gran capacidad de movimiento. Más o menos lo mismo que sucedió con la Línea Maginot, que Francia construyó pos Primera Guerra para impedir la invasión de Alemania e Italia, y que demostró su inoperancia al comienzo de la Segunda Guerra.
Ambas murallas necesitaron un enorme número de efectivos y recursos para funcionar, y en términos gruesos puede decirse que en ambos casos el enemigo simplemente pasó por otro lado, digamos que sacándole la vuelta a ese sistema defensivo. Ambas estructuras definieron la derrota de sus arquitectos, como ha escrito Julian Lindley-French, presidente de The Alfen Group:
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“La Línea Maginot fue una locura estratégico-militar, una ilusión de poder que dio un falso sentido de seguridad entre quienes debía proteger. Además fue rápidamente superada por la tecnología y el carácter cambiante de la guerra”. Se puede decir algo parecido de la defensa atlántica, con el agravante que Alemania sabía que pelearía en dos frentes.
A partir de sus argumentos, Lindley-French se pregunta si hoy la OTAN es simplemente una nueva versión de la Línea Maginot, cuyo negocio no es la defensa sino la disuasión. El autor no aterriza su comparación, pero hace notar que en términos de la Rusia de Putin, no está disuadiendo mucho, y la guerra de Ucrania vendría a ser la prueba. Los grandes disuasores hoy siguen siendo las armas atómicas.
¿Qué es lo que ha venido reemplazando estas murallas? De un lado está la modernización tecnológica del armamento, que lo ha hecho más veloz y más letal. De otro, se ha ido dando el desarrollo de las técnicas de guerra asimétrica, cuyo primer triunfo de impacto mundial fue en Vietnam, con las tácticas del general Giap. A todo esto se puede añadir los efectos de Internet.
¿Qué pensar sobre la muralla antimigratoria propuesta entre México y los EEUU?