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Opinión

Una visión estratégica ante la construcción del Megapuerto de Chancay, por Santiago Dammert

Es obvio que el puerto es favorable a los intereses de China, y que su impacto generará grandes beneficios para la economía peruana. Pero, ¿cómo le sacamos el mayor provecho para nuestras propias prioridades y objetivos?

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Megapuerto. Las obras van en un 70% y estarían listas hacia finales de año, señalan sus impulsores. Al fondo se ve el distrito de Chancay donde viven 65.000 personas con muchas carencias. Foto: Rosa Quincho/ URPI - LR

El proyecto del megapuerto de Chancay, actualmente en construcción, ha recibido mucha atención mediática últimamente. Sin embargo, el impacto territorial de esta nueva gran infraestructura no ha recibido el mismo interés. Aún quedan muchas interrogantes sobre la integración del puerto a su entorno y las dinámicas que impactarán en su área de influencia. Pareciera que recién, a puertas de la conclusión de las obras, nos hemos puesto a pensar en lo que significa esta gran inversión para el futuro del norte chico, Lima norte y el Callao. 

Es obvio que el puerto es favorable a los intereses de China, y que su impacto generará grandes beneficios para la economía peruana. Pero, ¿cómo le sacamos el mayor provecho para nuestras propias prioridades y objetivos? El primer paso es tener una visión estratégica del territorio, la cual luego se puede hacer realidad a través de la planificación y definición de proyectos. 

Aunque tardía, una buena señal es la implementación de los planes de desarrollo urbano (PDU) de Chancay y Aucallama, así como el Plan de Acondicionamiento Territorial (PAT) de Huaral y el Plan de Desarrollo Urbano de Lima Norte, todos a cargo del Ministerio de Vivienda (MVCS). El mismo sector ha firmado convenios con la Municipalidad de Chancay para hacer obras de agua y desagüe. Por otro lado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha anunciado una serie de proyectos de infraestructura vial, entre ellos una rehabilitación de la Panamericana Norte y el ferrocarril Lima-Barranca. 

PUEDES VER: “Todos hablan del megapuerto, pero nadie hace nada por Chancay”

Sin embargo, no queda claro cómo estos últimos proyectos han sido priorizados, ni cómo contribuirán a la visión del territorio, ya que no se desprenden de los planes territoriales mencionados, que están actualmente en proceso. Esto me lleva a pensar en la lógica actual de desarrollo, que prioriza al proyecto individual por sobre el desarrollo estratégico e integral; primero se definen los proyectos de inversión (puertos, carreteras, etc.) y luego se busca planificar alrededor de ellos. Urge una visión integral y estratégica del territorio que preceda y estructure la definición de proyectos. A partir de esta, podremos evaluar y definir los proyectos más adecuados para alcanzarla, y no al revés.