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Opinión

País en Mercurio retrógrado, por Jaime Chincha

"Solo un país en eterno Mercurio retrógrado muestra a sus gentes esperando el transporte público en la señal prohibida. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado cree que es Unique y no Rolex”.

larepublica.pe
CHINCHA

El planeta más cercano al Sol es tendencia por estos días. Suele ser, entre tres a cuatro veces al año, motivo de consultas y preocupaciones a media voz en el mundo entero. Esto ocurre al producirse la ilusión de que Mercurio retrocede ligeramente en su órbita. Se trata de un fenómeno excepcional que, para la NASA, se explica desde la astrología. Una coach muy popular me cuenta que el Banco Mundial (BM) la contrata regularmente para profetizar la economía del futuro. La mediática adivinadora —que, además, escribe libros con los que me tropiezo en casas de amigos y hasta en peluquerías— es un referente y una especie de garante, gracias a la astrología, para que la Junta de Gobernadores del BM decida a qué países enviará su esperada ayuda. Para los criterios de la NASA, el BM traza el horizonte económico global desde la pseudociencia. Mercurio retrógrado trae consigo debate, superstición y contratiempos. Medios influyentes como el argentino La Nación, el colombiano El Tiempo y hasta el reputado TyC Sports publican noticias, pronósticos y consejos para aplacar el aquelarre del más pequeño de los planetas del sistema solar.

La narrativa de esta era de tribulaciones sostiene que Mercurio retrógrado se asocia a tiempos de confusión, a intrincados malentendidos que se apelmazan en la línea de tiempo, a retrasos involuntarios e inexplicables a la vez; malas rachas, en suma, que debe enfrentar la raza humana, mientras se balancea sobre la tela de la araña de la incomprensión y la incomunicación atrofiada por fallos en el sistema. De acuerdo a la astrología, este Mercurio retrógrado se terminará el 25 de abril. Pero el Perú es un país que vive en un inacabable estado de caos y confusión, enfrentado cíclicamente a abismos malditos que, pasado no mucho tiempo, se terminan añorando. Somos la patria terca y diligente que sabe acostarse en profundidades e incertidumbres que luego se normalizan y la vida sigue igual. Y si bien la astrología se sostiene en interpretaciones subjetivas y deducciones no probadas, el Mercurio retrógrado puede encontrar categoría de certeza con todo lo que pasa en el Perú.

Solo un país en eterno Mercurio retrógrado puede tener una presidenta allanada de un combazo. O una presidenta que usa relojes que valen 1.000 días de almuerzos para las ollas comunes. O la muñeca de una presidenta que cuesta el mínimo funcionamiento de una posta médica capaz de salvarle la vida a un congresista que terminó muriendo por estar lejos de Lima. O lo que vale una pista en buen estado en la ciudad de los Panamericanos. O una presidenta que no les abre la puerta a los fiscales, con un hijo que sigue los mismos malos modales. En cualquier país del mundo, el Mercurio retrógrado se asocia al embrollo periódico y trabajoso, pero que tiene un principio y un final. Bienvenidos al país del inmortal Mercurio retrógrado.

De varias partes del mundo me escriben preguntándome por la operación policial en la casa presidencial. De afuera nos miran, en parte, como una sociedad implacable que se carga presidentes sin vacilaciones. Mercurio retrógrado es tener seis presidentes en seis años. En ningún lugar del mundo se entiende a una presidenta que lleva un Rolex donde se roba y se mata a diario. Causa rubor ajeno esa hambrienta frivolidad jamás soñada. La agenda de la presidenta Boluarte prioriza joyas y veleidades antes que erradicar la delincuencia. Sin anestesia, y con el cinismo de no reconocer las muertes que penden sobre sus hombros, la abogada Boluarte pasa del cuento de antaño al regalo desprendido del amigo gobernador, el señor Wilfredo Oscorima. Ayacucho, la región que gobierna, recibió una partida presupuestal de 100 millones de soles el año pasado. Un Rolex Datejust 36, de 19.100 dólares, a cambio de tal beneficio presidencial resulta ser el mejor negocio de estos turbulentos tiempos. Bienvenidos al país del Mercurio retrógrado con congresistas que legislan sin tapujos para las mafias. Es ese poder del Estado el que sabe colocarnos al filo de este nuevo abismo.

Días previos al advenimiento del Mercurio retrógrado, la minería ilegal fue acorazada para poder seguir usando explosivos sin restricciones. El resultado de tal contrasentido se aprecia con espanto este último viernes 5 de abril en Pataz, región La Libertad, cuando los gánsteres legalizados por el Congreso dinamitaron dos torres de alta tensión en la mina Poderosa. Una sangrienta estampa que se ha vuelto rutina en el norte del país en Mercurio retrógrado, gobernado por la Junta de Portavoces congresal. En total ya van 15 torres dinamitadas y nueve personas muertas en este Estado inerme. Solo en el país del eternal Mercurio retrógrado, se permite al gobernador de la región convertida hoy en la capital de la minería ilegal poder largarse a China cuando la sangre tizna y duele en sus suelos. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado puede aún aplaudir al futbolista que se ganó con más monedas, argumentando indefensión y peligro.  

La sinfonía de esta burundanga alcanza el paroxismo cuando el Congreso del país del Mercurio retrógrado permite a profesores sin examen poder nombrarse; embrutecer más a quienes serán la ciudadanía del futuro parece ser la consigna, acabar con cualquier vestigio de pensamiento crítico. Atestiguamos el enésimo golpe a la educación peruana; una guerra de baja intensidad contra la educación que se inició con la censura fujimorista a Jaime Saavedra, que siguió con el atentado legislativo a la Sunedu y que se consuma con poner a orejas de burro frente al salón de clases, todo con tal de autorizar gollerías a cambio de silencios.

lr.pe

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Solo un país en eterno Mercurio retrógrado puede sentarse en sus leyes y en sus reglamentos. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado muestra a sus gentes esperando el transporte público en la señal prohibida. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado gira a la izquierda allí donde dice prohibido voltear a la izquierda. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado cree que es Unique y no Rolex. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado está bajo la amenaza de ser gobernado por un oficial, entre poca monta y sumamente peligroso, como Antauro Humala. Solo un país en eterno Mercurio retrógrado puede creer que, con todo esto, es capaz de vender el cuento de la OCDE.

Pero un país en eterno Mercurio retrógrado, también, puede despertar y decir ya basta.