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Opinión

Congreso promueve otro golpe contra la JNJ

Ahora, desde la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales.

larepublica.pe
EDITORIAL

Nuevamente se cierne la posibilidad de la destitución de los miembros de la Junta Nacional de Justicia, esta vez promovida desde la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso.

La votación fue de 14 a favor. Se trata del informe elaborado por el congresista Esdras Medina en una nueva denuncia formulada por el congresista Jorge Montoya, quien ha señalado que la razón que sustenta la inhabilitación de los siete miembros de la Junta es la permanencia en el cargo de Inés Tello, quien cumplió 75 años unos meses después de haber sido seleccionada para integrar la institución, definida como constitucional y autónoma .

Como se ha señalado en reiteradas ocasiones, el tope de 75 años es un criterio que se establece en el reglamento de la JNJ solo para el ingreso del nuevo integrante del Pleno, mas no así para su separación del cargo. Tras una interpretación solicitada a Servir, entre los integrantes de la JNJ se decidió su permanencia hasta la actualidad.

La nueva intentona del Congreso de la destitución del íntegro de la Junta se debe entender en el contexto de múltiples denuncias y de varios intentos fallidos de proteger a la exfiscal de la Nación Patricia Benavides, quien tiene investigaciones pendientes en el organismo constitucional ante el cual debe responder por actos administrativos durante su gestión.

Hace nueve meses, desde julio del año pasado, se han desarrollado estos ataques persistentes que, en el caso de la Comisión de Justicia, llegó hasta hacer prosperar una moción de destitución e inhabilitación, pero que fue suspendida por el Poder Judicial con sendas acciones de amparo que hicieron retroceder la iniciativa congresal.

La JNJ no ha logrado defender consistentemente la vigencia de la legalidad en el país. Han sido mensajes débiles ante un engranaje que pisotea todo a su paso y ha logrado el control de la mayoría de las instituciones tutelares de la democracia. Sin embargo, la vigencia de su autonomía es clave y requiere del pleno respaldo ciudadano.