°Julia Wong, Mongolia (Lima, Animal de invierno, 2023, 2ª edición). El hijo down de la autora que ha muerto podría haber sido uno de esos niños dalái lama. El dolor de la madre y su amor a los nómades recorren la obra, que es una novela sobre antípodas. Reeditado ocho años después, ella tiene el misterio de La búsqueda del Panchen Lama, de Isabel Hilton, un clásico de Asia-Occidente.
Mongolia es una de esas novelas donde la condición de poeta del autor lo organiza todo. El “viaje hacia adelante”, como conocer Ulán Bator o toparse con un nuevo amor, es constantemente jaloneado por el “viaje hacia atrás”, como el peso de la tradición china enquistada en lo andino. Dice Mario Bellatin que la obra es un destape que viene de una escritora enigmática.
° No es un libro del tipo usual entre nosotros. Ruido de una época (Lima, Animal de invierno, 2023), de Ariana Harwicz, suma relatos de la sofisticación ante lo textual, y de la vibración con lo muy actual. El ruido del título es una sensibilidad, y la época de esta novelista argentina es la del encuentro de América Latina con la barbarie europea.
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Ruido es lo que en francés se llama mise en abîme, algo así como juegos de duplicación de significantes que hacen trastabillar el sentido. La lectura es fácil, y constituye una doble lección de modernidad y escritura, Pascal Quignard, Jorge Luis Borges. El libro hierve de estupendas frases. “A Gérard Depardieu le preguntaron qué hombre le hubiera gustado ser y dijo: Catherine Deneuve.
°Diez años más tarde, Salón de belleza (Lima, Animal de invierno, 2023, 2ª edición) sigue brillando en una vanguardia propia y radical de la narrativa creada en Lima. Sus temas no tienen manera de envejecer: el sida (“la enfermedad desconocida”), los géneros LGTB en los salones de belleza, la truculencia, el trans. Peces de acuario y clientes intercambian sus colores, y sus muertes.
Salón es uno de esos libros góticos con un protagonista que se expresa desde la penumbra (el Dr. Frankenstein, la familia Usher). Lo salva de recaer en el s. XIX la prosa intransigente de Mario Bellatin, que ya pasó por el punk, el snuff y el gore. Aunque el autor luego recuperó su México, este libro sigue siendo puro Lima.