Algunos científicos y pensadores expresan que nuestro planeta y la humanidad, estarían ingresando a una nueva era o etapa de la historia. Entre ellos, los padres de la vacuna contra la Covid-19, Katalín Karikó (húngara) y Drew Weissman (norteamericano) son Premio Nobel de Medicina del año 2023, que investigan a la molécula ARNm, punto de partida para la elaboración de la vacuna. Trabajar en el nivel molecular les ha servido para vislumbrar cambios en la vida planetaria.
Interpretando al universo, en amplia concepción, desde su origen hasta la actualidad, la evolución muestra un trayecto de más de quince mil millones de años recorridos. Lo primero que apareció fue el mundo físico, seguido sucesivamente por los mundos químico, biológico y social; luego, apareció el ser humano. El recorrido de cada mundo duró millones de años, desde partículas elementales hasta formación de átomos, moléculas y sustancias complejas. Es la naturaleza.
Con el surgimiento del mundo social y del ser humano, los seres vivos empezaron a actuar sobre la naturaleza. El hombre y la mujer comenzaron a crear objetos que modificaban algunos aspectos de la naturaleza, es decir crearon objetos artificiales, A los objetos naturales se sumaron los objetos artificiales y estos últimos, por el perfeccionamiento del pensamiento y la práctica, fueron cada vez mejores. Filosofía, ciencia y tecnología aceleraron los cambios
PUEDES VER: La mejor postura para tragar una pastilla y que produzca un efecto más rápido, según estudio
Razonando con pensamiento epistemológico, al observar el mundo que aún continúa en expansión y evolución, puedo afirmar que el ser humano está construyendo el mundo cerebral. Es decir, la secuencia evolutiva en la Tierra quedaría como sigue: mundo físico, mundo químico, mundo biológico, mundo social y, finalmente, mundo cerebral. El cerebro es el órgano más importante, que nos permite conocer al universo, crear pensamiento, lenguaje y objetos artificiales.
La interpretación del universo, de la realidad, la hacemos por el trabajo del cerebro. En cuanto a las formas de pensamiento, la actuación del ser humano ha permitido crear sucesivamente, pensamiento mágico, pensamiento religioso, pensamiento filosófico y pensamiento científico. El pensamiento sistemático (filosofía, ciencia y arte), es el responsable de los grandes cambios que acontecen en la humanidad.
En lo que respecta a la ciencia, el historiador y epistemólogo Thomas Kuhn, en su libro La estructura de las revoluciones científicas señala las etapas del avance de la ciencia. La ciencia no camina en forma continua y lineal, sino a través de grandes momentos que son las revoluciones. Kuhn distingue las siguientes etapas: a) ciencia normal, b) se detectan anomalías, c) revolución con nuevo paradigma y d) nuevamente ciencia normal.
El trabajo de pensadores y científicos contribuye con grandes aportes a la humanidad y al planeta; conocemos mejor el universo y la realidad mega, intermedia y muy pequeña. Aportes que influyen sobre los mundos físico, químico, biológico, social y cerebral, de todos los niveles de existencia. Los telescopios Hubble y James Webb, el microscopio, la electrónica, la energía cuántica, la robótica, la inteligencia artificial, la imprenta, fábricas y la biología molecular, son algunos ejemplos, a lado de las teorías científico-filosóficas, de los cambios en la humanidad. Tales ejemplos de objetos artificiales que aparecen como consecuencia del trabajo del cerebro humano, en los últimos años a ritmo muy veloz, me sirven de sustento para plantear la aparición del mundo cerebral. Precisamente, el trabajo de los científicos premiados es ejemplo de la nueva etapa de la historia de la humanidad. Pero el comportamiento del ser humano es contradictorio, pues no solamente hace obras buenas, sino también hace cosas destructivas y dañinas como la bomba atómica. La neurociencia podrá explicarnos en el futuro estas contradicciones.