(*) presidente del Cepes.
El sobrepeso y la obesidad están asociados al consumo excesivo de grasas, sodio y azúcares. Para contribuir a prevenirlo, el Gobierno peruano promulgó en 2013 la Ley de promoción de la alimentación saludable para niños, niñas y adolescentes, que regula la venta y publicidad de alimentos que los contienen en exceso. La industria alimentaria se opuso a la ley a través de una campaña plena de argumentos falaces. Tuvieron que pasar cinco años para que se aprobase el D. S. Nº 013-2018-SA, Manual de advertencias publicitarias, que obliga a que los alimentos procesados que los contienen en niveles elevados lleven una etiqueta, los octógonos.
El propósito de los octógonos es alertar al consumidor de alimentos procesados cuyos contenidos de azúcar, sodio y grasas superan los niveles de una alimentación sana. Al suprimirlos, se priva al comprador del producto —generalmente los padres de familia, en el caso de los sucedáneos de la leche materna— de una importante fuente de información.
Hace muchos años la ciencia ha comprobado que la ingesta de los sucedáneos en reemplazo de la leche materna puede tener efectos negativos en la salud de los infantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda insistentemente que la leche materna sea el alimento exclusivo de los primeros 6 meses de vida de los bebés. Las prácticas alimentarias en los primeros 3 años de vida afectan profundamente la sobrevivencia de los niños, su salud y desarrollo, en lo inmediato, así como a lo largo de sus vidas 1. Uno de los problemas con los sucedáneos —llamados “fórmulas”— es su alto contenido en azúcar, que contribuye al sobrepeso y obesidad, y crean una propensión hacia las enfermedades como la diabetes, la hipertensión, males coronarios y ciertas formas de cáncer.
La autógrafa de ley aprobada, y observada por el Ejecutivo, ha sido un claro atentado contra la salud pública. Elva Edhit Julón, presidenta de la Comisión de Salud y Población del Congreso, y todos los demás congresistas (pues hubo unanimidad), fueron negligentes o pretendieron violar la norma constitucional que establece que todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como el deber de contribuir a su promoción y defensa. Entendemos que aún está en revisión en el Legislativo.
En el Perú, cuatro multinacionales controlan el 82,7% de la comercialización de fórmulas lácteas a través de sus marcas Enfamil, Similac, NAN y Babylac 2. Pero el desplazamiento de la leche materna por sucedáneos tiene una larga historia. En 1981, después de un largo proceso, la OMS aprobó un código internacional de comercialización de fórmula infantil y otros productos utilizados como sustitutos a la leche materna.
Parte de las dificultades para regular el comportamiento de las empresas productoras de sucedáneos es que el sistema agroalimentario mundial está controlado por un reducido número de empresas transnacionales: Nestlé, Danone, RB (que adquirió Mead Johnson), Abbott, Friesland-Campina y Kraft Heinz controlan en conjunto un negocio cuyas ventas globales superan los US$70.600.000.000 3.
Debemos mantenernos alertas para que la alimentación saludable no sea solamente un slogan, sino una realidad para todos, y particularmente para los niños.
WHO-UNICEF (2022). How the marketing of formula milk influences our decisions on infant feeding. https://bit.ly/43Rz365. Estas recomendaciones están recogidas por el Reglamento de alimentación infantil, D. S. 009-2006-SA, en su artículo 14.
Salazar, Elizabeth (junio 14, 2020).Fórmulas lácteas: la agresiva publicidad de la industria frena la lactancia materna. Ojo Público. https://bit.ly/43KJXuj
Save the Children (2018). Don’t push it. Why the formula milk industry must clean up its act. London. https://bit.ly/3CdZszf