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Opinión

El último bastión de ‘La Resistencia’, por Augusto Álvarez Rodrich

"El desafío de reconstruir la relación con la región Puno".

larepublica.pe
AAR

Un pasacalle escolar del instituto educativo 7205 de Azángaro por el aniversario de la provincia vuelve a poner a Puno en el radar debido a que los cánticos de los alumnos eran los lemas políticos de la protesta contra el gobierno luego de la destitución de Pedro Castillo y su reemplazo por Dina Boluarte siguiendo lo establecido en la constitución.

El video difundido anteanoche en el noticiero ‘24 horas’ dio cuenta del desfile de los alumnos por las calles de la ciudad cantando “Dina asesina, el pueblo te repudia” junto a sus profesores, quienes eran sus evidentes promotores.

Eso es un uso inaceptable de los escolares por los maestros para un fin proselitista que pervierte el sentido de la escuela, pues la pone al servicio de objetivos políticos en vez de educativos.

Más allá de las medidas que el Ministerio de Educación aplique, lo cual debe realizarse con cuidado, pues estas podrían generar una reacción más grave aún, especialmente teniendo en cuenta el papel del gobierno regional —que ha dado señales de promover las protestas— en las instituciones educativas de la zona, este incidente constituye una expresión de la manera como se ha expandido en Puno la protesta contra el gobierno y de su vocación por ser el ‘último bastión de la resistencia’.

La protesta que puso en jaque al gobierno en su inicio ya se agotó a nivel nacional con excepción de Puno, donde están preparando su reinicio para el mes de julio, en donde se busca ‘la tercera toma de Lima’ (como si ya se hubieran producido dos antes).

Es poco probable que esto ocurra, pues los puneños también han sufrido un fuerte golpe económico, pero lo que no se puede desdeñar es que el desafío de reconstruir la relación con Puno es una asignatura pendiente del gobierno, lo cual es complejo por la politización de sus dirigencias locales, lo cual se beneficia por ser la región con más pobreza del país (43% del total de la población), una informalidad del 90%, elevada presencia del crimen organizado, donde el discurso contra Lima ha calado con más profundidad, y donde se ha producido la mitad de las muertes, todo lo cual, sin embargo, no debe llevar a eludir o postergar el desafío, sino a emprenderlo con el mayor esfuerzo, cuidado y prontitud.