9. Luego del triunfo de Piérola en las elecciones de 1895 con el apoyo de la Coalición Nacional, las élites políticas aristocráticas tuvieron las riendas del poder e iniciaron tardíamente la formación y la construcción del Estado: se institucionalizó y profesionalizó el ejército, se creó el Ministerio de Fomento y obras públicas, se impulsó la educación como un bien público, se reorganizó la burocracia y se modificó parcialmente la capacidad impositiva (los exportadores comenzaron a pagar impuestos directos en 1914, según Carlos Contreras). Las élites económicas (terratenientes modernos, comerciantes, mineros y financistas) y el capital extranjero impulsaron un proceso de modernización capitalista en las minas, el petróleo y en la agricultura de exportación.
10. Para extender su dominio sobre el territorio las élites políticas se coaligaron con los gamonales de la sierra a los que encargaron la formación del Estado en su localidad. Los gamonales terminaron privatizándolo en su propio beneficio. A esta forma estatal que expresa el dominio de las élites oligárquicas y de los gamonales es lo que, en el Perú, se llama Estado Oligárquico. Este dura, en medio de agudas crisis, hasta 1968. Las masas desplegaron su acción a través de movimientos sociales (obreros rurales, mineros, petroleros, industriales, clases medias, estudiantes universitarios, movimientos campesinos, movimientos de pobladores) y de partidos de masas que expresaban la emergencia de una sociedad de clases en el siglo XX. La reforma electoral de 1896 redujo la participación electoral al 2% de la población.
11. El Estado oligárquico tuvo tres grandes etapas claramente diferenciadas: la República Aristocrática (1895-1920), la confrontación de la oligarquía con las fuerzas que buscaban sustituirlo (1920-1956) y el desborde del Estado Oligárquico por los grandes movimientos de masas (1956-1968). En la República Aristocrática las élites políticas y económicas manejaron la economía y la política en los cauces ortodoxamente liberales y en el marco de lo que Francisco García Calderón llamó la democracia oligárquica, esto es, la combinación de elitismo aristocrático con poca o nula participación política de los ciudadanos. En este contexto emergió una destacada élite intelectual conservadora (Deustua), liberal aristocrática (Villarán, García Calderón, Riva Agüero), demócrata-liberal (Víctor Andrés Belaúnde) y anarquista (González Prada).
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12. La competencia política entre los partidos de notables fue interrumpida brevemente por el golpe del coronel Benavides, a pedido de los civilistas, para desplazar a Billinghurst, quien apoyaba a Rumi Maqui y la gran Gran Sublevación que dirigía Teodomiro Gutiérrez y al incipiente movimiento obrero que luchaba por la conquista de las ocho horas. El golpe de Benavides inauguró lo que Basadre llamó el tercer militarismo, al servicio de la oligarquía. Este blindaje duró hasta 1956.