¿Mendoza o Boluarte?

Las versiones sobre Verónika Mendoza a la PCM parecen estar fuera de foco. La dirigente es una figura de discordia entre Pedro Castillo y Vladimir Cerrón. Además podría funcionar como una suerte de sublíder del equipo técnico aportado al gobierno, lo cual afectaría decisiones de Castillo y de sus demás aliados. Quizás ella misma no está interesada.

Mendoza comparte las ideas de Castillo, pero no todas. Sus puntos de vista inclinados hacia una izquierda más moderna, en algunos aspectos pegada a conceptos liberales, le servirían a la imagen del presidente, pero quizás también incubarían discrepancias internas. Podemos imaginar una constante negociación.

Quizás en quien hay que fijarse como próxima titular de la PCM es la vicepresidenta Dina Boluarte. Es, al igual que Mendoza, una persona articulada. A pesar de que milita en Perú Libre, podría actuar como bisagra entre Castillo y Cerrón, quien la designó en primer lugar. Tiene juego propio, y se lleva bien con los dos jerarcas de la alianza.

Tanto Mendoza como Boluarte en la PCM representarían a un gobierno sin mayor interés en salir del campo de la izquierda pura y dura. La posibilidad de nombrar a una personalidad de centro o de centro-izquierda, capaz de atraer simpatías de la derecha más moderada, y mantener relaciones provechosas en el Congreso, no está en discusión.

Pero las posibles aperturas que esperan a la alianza de gobierno no van a ser todas hacia una derecha flexible. También hay resistencias de izquierda en la agenda. La más importante hacia el Sutep, cuyas bases ayudaron a Perú Libre en su campaña, pero cuyos dirigentes temen ser arrasados en nombre de viejas pugnas, donde Castillo fue protagonista.

Es sintomático que en su largo mensaje por el Día del Maestro (La República, el martes pasado) el Sutep no mencione siquiera a Castillo. Es una defensa de su trayectoria sindical, como las que ha hecho frente a anteriores gobiernos. No hay, por decirlo de alguna manera, esperanzas puestas en los tiempos futuros.

Sin embargo Castillo está contando con el magisterio como un apoyo importante. Para eso necesita sacar de en medio a la directiva del Sutep. Una demolición que tendría que empezar desde el ministerio de Educación. Todavía no hay nombres para ese nombramiento clave, pero quizás sí planes.