Una de las consecuencias de la condición de pobreza repercute en la correcta alimentación de las personas, donde la calidad y cantidad de alimentos son probablemente reducidas por las limitaciones económicas.
Para la ONG Acción contra el Hambre, una mala alimentación pone en riesgo a contraer enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, hipertensión, dislipidemias o un tipo de cáncer, ya que un bajo consumo de alimentos nutritivos debilita nuestro sistema inmunológico.
“Pese a la situación monetaria, el Perú tiene una riqueza en alimentos nutritivos y entre los accesibles y baratos tenemos la cañihua, chía, papa, camote, mashua, oca, que se pueden preparar en diferentes preparaciones”, señaló América Arias, directora País de Acción contra el Hambre.
Cabe destacar que, con el fin de mejorar la situación económica de las personas vulnerables, Acción contra el Hambre promueve Vives Emplea y Vives Emprende, programas que fortalecen las habilidades de las personas para su inserción laboral.
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