En medio de las especulaciones y críticas que han surgido en torno a la relación entre el empresario Carlos Slim y el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el magnate mexicano tomó la palabra para esclarecer su posición y la interacción que ha tenido su conglomerado empresarial con la actual Administración. Durante una conferencia que atrajo la atención de medios y analistas, Slim se encargó de desmentir cualquier noción de haber sido beneficiado por las políticas o decisiones del sexenio de AMLO, una afirmación que no solo sorprendió a los asistentes, sino que también cambió las discusiones sobre el papel de los grandes empresarios en la política mexicana.
La contundencia de sus declaraciones pone de manifiesto una realidad compleja en la que los intereses empresariales y las políticas gubernamentales no siempre confluyen, a pesar de las percepciones públicas o las narrativas políticas predominantes. Slim, con su habitual serenidad, expuso su visión sobre los retos y oportunidades que enfrenta México, con lo que marca una línea clara respecto a su relación con la gestión de López Obrador.
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Carlos Slim, durante su conferencia, enfatizó su perspectiva neutral sobre el impacto que el Gobierno de AMLO ha tenido en sus operaciones empresariales. Negó categóricamente haber recibido tratos preferenciales o beneficios directos, desmintiendo rumores de favoritismo que habían circulado en el ámbito público y político. El empresario destacó la importancia de la independencia empresarial frente a los cambios de administración, subrayando la necesidad de un marco regulatorio estable y predecible para el florecimiento de la economía mexicana.
Slim argumentó que, más allá de las especulaciones, su conglomerado no ha sido objeto de favoritismos por parte del Gobierno de AMLO. Enfatizó que las decisiones y políticas implementadas durante el actual sexenio han sido aplicadas de manera uniforme, por lo que se afectó a diversos sectores de la economía sin distinción. Esta declaración apunta a desvanecer la idea de que su éxito empresarial depende de conexiones políticas o de la benevolencia gubernamental.
Respecto al sexenio de AMLO, Slim se mostró crítico pero constructivo, al reconocer tanto los avances como los retos pendientes. Aunque negó haber sido beneficiado directamente, señaló áreas de oportunidad en las que el Gobierno podría mejorar para fomentar un ambiente más favorable para los negocios y la inversión. La visión de Slim sobre el mandato de López Obrador se caracteriza por un enfoque pragmático.
El vínculo entre Carlos Slim y AMLO ha sido objeto de especulación y análisis, dada la prominencia de ambos en sus respectivos campos. Sin embargo, Slim ha delineado una relación basada en el respeto mutuo y en la independencia de sus esferas de acción. Aunque han coincidido en eventos públicos y discusiones sobre proyectos de infraestructura, Slim ha hecho hincapié en que su relación con el Gobierno se rige por los principios de transparencia y equidad.
Según algunos medios mexicanos, Carlos Slim y AMLO se conocieron en el año 2000, cuando López Obrador era Jefe de Gobierno del Distrito Federal. En ese entonces, AMLO invitó a Slim a invertir en la capital del país con el objetivo de reactivar la economía de la zona.