En el 2011, Debbie Stevens sorprendió a muchos en Estados Unidos con una fuerte denuncia. Según la fémina de 47 años, su jefa, Jackie Brucia (61), la había despedido después de que ella le donara uno de sus riñones debido a la enfermedad grave que padecía.
De acuerdo con Stevens, en el 2010, Jackie Brucia le comentó que había la posibilidad de que tuviera que someterse a un trasplante de riñón. "Ella dijo que tenía un posible donante, un amigo o algo así. Pero le dije que, si pasaba algo, estaría dispuesto a donar mi riñón", recordó.
Tras ello, en el 2011, su empleadora le preguntó si es que su oferta de otorgarle uno de sus órganos aún seguía en pie, ante lo cual contestó positivamente. "No lo hice por seguridad laboral. No lo hice para obtener un aumento. Lo hice porque soy quien soy. No quería que muriera", manifestó a ABC.
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Sin embargo, las pruebas de compatibilidad entre las mujeres reveló que el riñón a trasplantar no era el adecuado, por lo que Steven decidió donar su órgano con la finalidad de entregárselo a alguien más y que ello pusiera a Brucia en lo más alto de la lista de prioridad.
La operación de Debbie ocurrió el 10 de agosto de 2011 y, según ella, esto le dejó molestias y problemas digestivos. Después de las cuatro semanas que se tomó como descanso médico, comenzaron los problemas.
"No tengo palabras lo suficientemente fuertes o lo suficientemente grandes para describir el trato que me da. Gritarme por cosas que nunca hice, hasta el punto en que ni siquiera me permitía dejar mi escritorio. Eran gritos constantes", indicó.
Debbie Stevens fue despedida tras quejarse de los malos tratos en su empleo. Foto: News 5 Cleveland
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Cansada de los maltratos, decidió presentar una queja, pero fue despedida a la semana. A pesar del mal pago que recibió de su jefa, Stevens señaló que no se arrepiente de su decisión, ya que al final logró salvar la vida de alguien en Missouri con su órgano donado.
Luego de haber perdido su trabajo, Debbie Stevens presentó una demanda ante la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York. Sus reclamos no solo consisten en recibir una compensación económica por el maltrato, sino en que le devuelva el riñón. En la actualidad, la madre soltera de dos adolescentes está desempleada.