Las inundaciones que azotaron el este de España han dejado un trágico balance de 158 fallecidos, según el último informe emitido este jueves por los servicios de emergencia. Las autoridades de la región de Valencia, una de las zonas más afectadas por el desastre, confirmaron provisionalmente que el número de víctimas mortales asciende a 155 personas. Además, otras dos personas perdieron la vida en la vecina comunidad de Castilla-La Mancha y una más en Andalucía, elevando el total nacional. Los equipos de emergencia señalaron que se sigue trabajando en la recuperación y verificación de cuerpos, en un esfuerzo que aún continúa debido a la magnitud de la catástrofe.
Desde la madrugada, los equipos de rescate y voluntarios continúan recorriendo zonas inundadas en busca de personas desaparecidas, en lo que se considera el peor episodio de lluvias torrenciales y desbordes en más de cinco décadas en España. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que la emergencia meteorológica se mantiene activa, lo que obliga a las autoridades y a los ciudadanos a mantenerse en estado de alerta.
En un mensaje dirigido a la población valenciana, Sánchez instó a los habitantes a quedarse en sus casas y evitar salidas innecesarias, ya que las lluvias y el riesgo de desbordes persisten. Este llamado fue respaldado por el rey Felipe VI, quien también pidió máxima prudencia para proteger vidas y facilitar el trabajo de los equipos de rescate y ayuda humanitaria.
Las inundaciones en el este de España han dejado un trágico saldo de 158 muertos, según informes de emergencia. La región de Valencia es la más afectada, con 155 víctimas confirmadas. Foto: AFP
La situación es particularmente crítica en localidades como Paiporta, situada en la periferia sur de Valencia y hogar de unos 25.000 habitantes. La intensa lluvia que cayó la noche del martes 29 de octubre generó verdaderos ríos de agua y lodo, arrastrando coches y otros objetos a través de las calles. Las labores de limpieza se intensifican en esta población, cuyos residentes trabajan para despejar las vías, cubiertas de barro, restos de vehículos y escombros que la corriente depositó en cada rincón.
Según un vecino de Paiporta consultado por AFP, David Romero, de 27 años, "no queda ningún comercio en pie", y la población enfrenta además una preocupante escasez de agua potable y alimentos. "Necesitamos ayuda humanitaria con alimentos y agua, porque no hay agua en las casas", comentó Romero, quien describió un panorama de caos y desolación en la zona.
Los esfuerzos de socorro se concentran en las áreas más impactadas de la región de Valencia, donde las lluvias intensas y la saturación del terreno provocaron el desbordamiento de ríos y sistemas de drenaje, lo que agrava la situación de riesgo para los habitantes. Las autoridades meteorológicas de España, a través de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), han emitido una alerta roja por lluvias en Castellón, al norte de las áreas más afectadas, y han recomendado a la población evitar cualquier desplazamiento "salvo que sea estrictamente necesario".
El gobierno destinará 250 millones de euros para ayudar a damnificados y reconstruir infraestructuras. Expertos advierten que estos fenómenos extremos se ven intensificados por el cambio climático. Foto: AFP
La intensidad de las lluvias en el área de Castellón ha aumentado el riesgo de inundaciones en zonas cercanas y podría extender la situación de emergencia a otras regiones.
Este jueves, el presidente Sánchez visitó el centro de coordinación de emergencias en Valencia, donde supervisó de primera mano los operativos de rescate y las labores de asistencia. Sánchez enfatizó el compromiso del gobierno en la movilización de recursos "por tierra, mar y aire, con todos los medios posibles, el tiempo que haga falta" para localizar a los desaparecidos y auxiliar a las familias afectadas.
Como parte de las medidas para atender la crisis, el gobierno ha decretado tres días de luto oficial en memoria de las víctimas, y se prevé que la región de Valencia sea declarada zona catastrófica, una medida que busca agilizar la llegada de recursos estatales y fondos especiales para la reconstrucción de infraestructuras dañadas y la recuperación económica.
Los equipos de rescate siguen buscando desaparecidos en Paiporta, donde la escasez de agua potable y alimentos agrava la situación tras las intensas lluvias. Se declara luto oficial de tres días. Foto: AFP
El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado la puesta en marcha de un fondo de emergencia de 250 millones de euros (aproximadamente 270 millones de dólares) para apoyar a las personas y negocios afectados. Estos fondos están destinados a cubrir las necesidades inmediatas de los damnificados, incluyendo alojamiento temporal, acceso a agua potable y alimentos, además de proporcionar apoyo financiero para la reconstrucción de viviendas, establecimientos comerciales y servicios básicos.
Las lluvias torrenciales que desataron este desastre son parte de un fenómeno meteorológico que, según los expertos, se ve cada vez más intensificado por los efectos del cambio climático. Esta realidad ha impulsado a las autoridades a reflexionar sobre la necesidad de adaptar las infraestructuras y desarrollar medidas preventivas que permitan una respuesta más eficiente ante desastres naturales de esta envergadura.