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Así se construyó el puente más alto de América Latina: está sostenido por 152 tiras de acero y supera a la Torre Eiffel

El puente más alto de América Latina logró a ser considerado la estructura atirantada más grande del mundo y requirió más de 1.500 personas para su construcción.

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Elevándose más de 400 metros sobre el profundo cañón de la Sierra Madre Occidental, este puente es el más alto de América Latina. Foto: Ѕсіепсеігесi

Los avances en infraestructura vial de América Latina han sido sorprendentes, impulsados por obras de ingeniería innovadoras que desafían los límites de lo posible. Un puente se posiciona como el más grande de la región y además facilita el intercambio entre dos países y optimizando el flujo de mercancías y personas.

Con una altura que supera los 400 metros, el puente más alto de América Latina se eleva majestuosamente sobre un cañón que forma parte de la imponente Sierra Madre Occidental.

Este el puente más alto de América Latina

Ubicado entre los estados de Durango y Sinaloa, en México, el Puente Baluarte Bicentenario es el puente más alto de América Latina, con 402,57 metros de altura sobre el río Baluarte. Esta estructura de 1,124 metros de longitud fue inaugurada en 2012, en el marco de las celebraciones por el bicentenario de la independencia de México. Su altura es tan impresionante que supera a la famosa Torre Eiffel de París.

El Puente Baluarte Bicentenario, diseñado por la empresa española Ayesa, fue reconocido por el Récord Guinness como el puente atirantado más alto del mundo en el momento de su inauguración. La estructura, sostenida por 152 cables de acero, asegura su estabilidad y resistencia frente a las condiciones climáticas extremas de la región. Aunque ya no ostenta el título mundial, sigue siendo un símbolo de la modernización de la infraestructura en México.

¿Cómo se construyó el Puente Baluarte Bicentenario, el más alto de América Latina?

La construcción del Puente Baluarte Bicentenario fue un desafío de ingeniería que se extendió desde 2008 hasta 2012. Durante esos años, se emplearon más de 1.500 hombres para completar la obra, con solo dos accidentes registrados. El puente, que forma parte de la carretera Durango-Mazatlán, fue diseñado para mejorar la conectividad entre el interior del país y la costa del Pacífico, lo que reduce así el tiempo de viaje entre ambos lugares a la mitad.

El Puente Baluarte Bicentenario se adentra en las profundidades de la Sierra Madre Occidental, franqueando un imponente cañón con un vano central de 520 metros que desafía la gravedad. Esta colosal estructura, que se eleva 402,57 metros sobre el río del mismo nombre, se ha convertido en un símbolo de la ingeniería mexicana y un referente mundial, fusionando innovación y diseño para crear una obra que se integra a la perfección con el entorno natural.

El puente que transformó el turismo en Durango y Sinaloa

Además de reducir significativamente los tiempos de viaje, el Puente Baluarte Bicentenario se ha posicionado como uno de los principales atractivos turísticos de México. Sus vistas panorámicas sobre la Sierra Madre Occidental, combinadas con su imponente estructura, cautivan a visitantes nacionales e internacionales, generando un importante flujo de turistas y dinamizando la economía local.

Más allá de ser una obra de ingeniería que revolucionó la conectividad entre Durango y Sinaloa, el Puente Baluarte Bicentenario se ha consolidado como un atractivo turístico de primer orden. Su diseño imponente y su ubicación estratégica en la Sierra Madre Occidental lo convierten en un mirador natural que cautiva a los viajeros. Este puente es un símbolo de progreso y también un motor de desarrollo económico para la región.