El número dos de Hezbolá, Naim Qasem, afirmó este domingo que el movimiento islamista libanés había entrado en una "nueva fase" en la batalla que libra contra Israel desde que estalló la guerra en la Franja de Gaza hace casi un año.
"Hemos entrado en una nueva fase", la del ajuste de "cuentas pendientes", declaró durante el funeral de Ibrahim Aqil, un alto rango militar muerto el viernes en un bombardeo israelí.
"Las amenazas no nos detendrán: estamos preparados para todos los escenarios militares" frente a Israel, añadió en las que constituyen las primeras declaraciones oficiales de un alto cargo del partido después del ataque israelí.
Según las autoridades libanesas, al menos 16 miembros de Hezbolá murieron en este bombardeo, que mató a 45 personas en total, entre ellas civiles.
Qasem afirmó que los ataques de su partido el domingo contra instalaciones de producción militar israelí y contra una base aérea del norte de Israel se inscribían en la fase del ajuste de "cuentas pendientes".
Solo un alto el fuego en Gaza pondría fin a los ataques del movimiento proiraní, aliado del grupo islamista palestino Hamás, insistió, calificando "la solución militar israelí" de "dilema" para Israel y sus habitantes del norte.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el martes que el regreso de los residentes del norte del país, quienes huyeron debido a los disparos de Hezbolá, era uno de los objetivos de su gobierno y prometió el domingo "hacer todo lo posible" para garantizar su seguridad y su retorno.
Hezbolá abrió un frente en el sur de Líbano hace casi un año para apoyar a Hamás, en guerra contra Israel en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, los intercambios de disparos en la frontera son casi diarios.
La tensión aumentó significativamente en los últimos días, con intensos disparos entre ambos bandos durante el fin de semana, que hacen temer una guerra total.
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