El arroz es uno de los granos más consumidos a nivel mundial, que forma parte de diversas culturas y desempeña un papel crucial en la nutrición humana durante milenios. Este cereal no solo complementa las comidas, sino que también es esencial en muchos platos, ofreciendo beneficios para la salud que subrayan su importancia en la dieta diaria.
Algunos países como China y la India, con 268 millones de toneladas, figuran como los mayores productores a nivel global de este cereal. No obstante, existe una nación de América Latina que los destrona en popularidad de consumo.
El arroz es uno de los principales acompañamientos en las comidas Latinoamericanas. Foto: Agraria
Brasil se destaca como el país sudamericano con el mayor consumo de arroz a nivel mundial, superando a Perú y España. Según una encuesta de Statista en 2023, el 82% de los encuestados en Brasil reportan un consumo regular de arroz. Este cereal es fundamental en la dieta brasileña y es un componente clave en muchos platos tradicionales del país.
Asimismo, Brasil está entre los principales productores de arroz del mundo, con una producción anual de 12 millones de toneladas. Además, considera a Perú uno de sus principales mercados debido al alto consumo per cápita de este cereal en el país.
En el ranking inferior se encuentra España, donde la paella es uno de los platos emblemáticos que destaca al arroz como protagonista. Similar a Argentina, el grano goza de gran estima en España, con un 79% de los encuestados que lo incluyen frecuentemente en su dieta. En contraste, el estudio muestra que en México, el arroz es parte de la alimentación habitual en el 77% de los hogares.
Brasil se posiciona con producción anual de 12 millones de toneladas. Foto: Pronto Brasil
Brasil está entre los principales productores de arroz del mundo. Foto: Jacto
El arroz integral y el arroz blanco difieren significativamente en términos de contenido de fibra. El arroz integral conserva el salvado y el germen del grano, lo que le proporciona una mayor cantidad de fibra dietética. Esta fibra no solo mejora la digestión y la salud intestinal, sino que también puede aumentar la sensación de saciedad. Por el contrario, el arroz blanco ha sido refinado, eliminando el salvado y el germen, y, por lo tanto, contiene menos fibra.
En cuanto a vitaminas y minerales, el arroz integral es más nutritivo. Durante el proceso de refinamiento del arroz blanco, se pierden muchas vitaminas del complejo B, como la tiamina, niacina y riboflavina, así como minerales como el magnesio, zinc y hierro. Aunque el arroz blanco a menudo se fortifica con algunas de estas vitaminas y minerales, la cantidad y variedad no se comparan con las del arroz integral.
En primer lugar, es importante aclarar que, independientemente de cómo se consuma, el arroz no es perjudicial. Sin embargo, si se busca mantener una dieta equilibrada o mejorar el rendimiento en el gimnasio, los expertos sugieren preferir el consumo de arroz frío.
Cuando ingerimos arroz, el cuerpo descompone el almidón, que es un carbohidrato, en azúcares simples que finalmente se transforman en energía. Cualquier exceso de estos azúcares se convierte en glucosa, la cual puede almacenarse como grasa, según explica la BBC.
Un estudio publicado en la revista Science of The Total Environment, por el científico ambiental Manoj Menon, de la Universidad de Sheffield, reveló que enjuagar el arroz antes de cocinarlo podría reducir la cantidad de arsénico tóxico presente en la planta. Este compuesto, que se acumula a lo largo del tiempo, es considerado peligroso para la salud, ya que su ingesta prolongada puede causar efectos adversos en el organismo.
Además del arsénico, otros metales pesados como el plomo y el cadmio también pueden estar presentes en el arroz debido a la contaminación del agua y el uso de fertilizantes y químicos durante el proceso de siembra. Estos metales ingresan a las plantas y, por ende, al grano que consumimos.
Lavar el arroz antes de cocinarlo no solo elimina estos metales, sino que también ayuda a retirar impurezas como polvo, piedras e insectos que podrían haber quedado atrapados en el empaque. Por su parte, un informe de El Cronista indica que la presencia de microplásticos podrían ser eliminados parcialmente hasta en un 40% solo con el lavado.