El periodismo se ha degradado en Sudamérica tras las campañas de desinformación, las irregularidades en acciones judiciales, la desconfianza hacia la prensa por la propaganda estatal y la creciente violencia con total impunidad que está creando "un clima de autocensura en América del Sur y Centroamérica", subraya la Clasificación mundial de la libertad de prensa 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSP).
Las caídas de Argentina (66), Perú (125) y Ecuador (110) en la clasificación son síntoma del deterioro por factores políticos que los países afrontan. Los últimos puestos de la clasificación son ocupados por Cuba (168), Nicaragua (163) y Venezuela (156).
Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa RSF 2024: El periodismo, bajo las presiones políticas. Foto: RSF
Lista: la libertad de expresión en el mundo en 2024. Foto: RSF
Perú ha caído 48 puestos en la clasificación en solo dos años: las condiciones para ejercer periodismo empeoran —como un círculo vicioso— conforme se va deteriorando el sistema político. Desde el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo y la asunción de Dina Boluarte, no hay reparación real de poderes y solo se consolida la polarización, según RSF.
La clasificación señala que la opinión pública valora el trabajo periodístico, clave en la denuncia de los casos de corrupción y sistema de justicia; sin embargo, los medios tradicionales han perdido credibilidad desde la pandemia de 2020.
Desde la llegada de Dina Boluarte al poder, la Policía intensificó “el uso excesivo de la fuerza contra los periodistas”. Foto: AFP
Desde 2022, con la llegada de Dina Boluarte, la Policía intensificó "el uso excesivo de la fuerza contra los periodistas que documentan detenciones arbitrarias, muertes y golpizas durante protestas", advierte la clasificación. En respuesta a las críticas internacionales sobre la intensificación de la represión policial contra los periodistas que cubren las protestas, el Gobierno ha propuesto un protocolo de cobertura que "vulnera la libertad de prensa".
RSF advierte del deterioro que ha sufrido la libertad de prensa en Argentina desde la victoria de Javier Milei en las elecciones 2023, “cuya postura agresiva respecto al periodismo entorpece el pluralismo".
"El presidente de extrema derecha Javier Milei, elegido en 2023, alienta las agresiones a periodistas y los ataques para desacreditar a medios y reporteros críticos con su política. Sus partidarios lo difunden ampliamente", señala RSF. La clasificación presenta a la alta concentración, la polarización, la falta de políticas públicas para garantizar la pluralidad y la precarización del ejercicio del periodismo como claras amenazas para la prensa.
Reporteros Sin Fronteras advierte del deterioro que ha sufrido la libertad de prensa en Argentina desde la victoria de Javier Milei. Foto: AFP
La clasificación señala que, desde 2000, no se registran encarcelamientos o asesinatos de periodistas; sin embargo, los reporteros están expuestos a la violencia policial —la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, suele apoyar las fuerzas de seguridad sospechosas de cometer abusos contra manifestantes y periodistas, señala RDF—, intimidaciones de parte de narcotraficantes, trata de personas y mafias policiales.
En Ecuador, el periodismo convive con la inseguridad por “el auge de las bandas criminales y cárteles de narcotraficantes”, además de las múltiples agresiones, amenazas, atentados y asesinatos, reporta RSF.
En los recientes años, el periodismo ecuatoriano ha sido testigo del aumento de tensiones con el narcotráfico y la delincuencia, tras el brutal asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio y la toma del canal TC Televisión, síntomas inequívocos de la ola de violencia que sufre el país.
El periodismo ecuatoriano convive con la inseguridad por “el auge de las bandas criminales y cárteles de narcotraficantes”, según RSF. Foto: AFP
Asimismo, los tres mandatados consecutivos de Rafael Correa “fueron desastrosos para la libertad de prensa”: el expresidente “controló sistemáticamente la actividad de los medios, transformó los medios públicos en medios estatales y no dudó en atacar personal y públicamente a la prensa crítica, generando así innumerables conflictos entre las autoridades y la prensa independiente”, advierte RSF.