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Amir Ali Hajizadeh, el hombre duro detrás de los misiles iraníes

En el conflicto Israel-Irán, un militar iraní se hizo visible: Amir Ali Hajizadeh, comandante de las Fuerzas Aeroespaciales del CGRI. Lo llaman el cerebro detrás del ataque a Israel. Es uno de los impulsores del desarrollo misilístico de la república islámica. Mietras tanto, parece haber pasado la peor tempestad del conflicto, pero nada está dicho con tanto encono de por medio.

El conflicto Israel-Irán ha entrado a una pausa todavía tensa luego del bombardeo de Israel a Irán, en la zona de Isfahán, en el centro del país, en donde se encuentra una de las bases nucleares de Teherán.

“Eso no fue un ataque. Fue un vuelo de dos o tres cuadrirrotores, como los juguetes con los que se divierten nuestros niños en Irán”, se burló el canciller iraní Hossein Amir Abdollahian.

Como él, funcionarios iraníes descartaron una respuesta, porque no consideran un bombardeo lo del viernes último. Y volvieron a amenazar a Tel Aviv, asegurando que tienen mapeado sus arsenales y los pueden atacar si son atacados.

Irán ha demostrado que sí puede llegar a territorio hebreo, como hizo con su ataque de respuesta a la destrucción de su consulado en Damasco, operación que incluso llegó a adelantárselo a Estados Unidos y países como Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes.

Detrás de los ataques

Una figura se levanta en medio de todo este reparto de misiles y drones suicidas, de amenazas y venganzas. Un militar detrás del ataque iraní.

Amir Ali Hajizadeh, jefe del programa de misiles balísticos de la República Islámica.

Hajizadeh es el que, en un último video, mostró una sonrisa de complicidad, en el preciso momento en que el líder supremo, el ayatollah Alí Jamenei anunciaba que Irán de todas maneras vengaría el asesinato de 7 altos jefes de la Guardia Revolucionaria, en Damasco, del que se culpó a Israel. “El régimen malvado cometió un error, debe ser castigado y será castigado”, dijo Jamenei, en su discurso al final del Ramadán. En ese instante, Hajizadeh aprobó lo que dijo su líder, sonriendo.

Hajizadeh es un partidario de la línea dura. Es el comandante de las Fuerzas de Misiles y dirige la fuerza aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI).

Tiene toda la confianza de Alí Jamenei desde el 2009 y es uno de los que lideran el desarrollo misilístico y de ataques aéreos de Irán.

Es además un hombre de frases contundentes. “Si la entidad sionista comete cualquier tontería y nos da una excusa, no verán la luz después, y su destrucción histórica se acelerará sin duda”. También ha dicho: “No es necesario hablar de nuestras capacidades. El enemigo las conoce. Los israelíes saben que pueden iniciar la confrontación, pero no serán ellos quienes la terminen porque el final estará en nuestras manos”.

En noviembre, cuando Israel castigaba a los palestinos en la Franja de Gaza, advirtió que el conflicto podía extenderse por la región. Y dijo: “Teherán está preparado para todos los escenarios”.

En cada presentación de un nuevo misil, Hajizadeh pregonaba los avances de la Fuerza Quds. Como en 2019, cuando aseguró que los buques de guerra en el Golfo Pérsico y las bases militares de EEUU en Afganistán, Emiratos Árabes Unidos y Qatar ya estaban en el rango del poder misilero iraní. “Están a nuestro alcance y atacaremos si ellos se movilizan primero”.

En el 2019, en una exposición de armamento capturado, en el museo de la Santa Defensa de Teherán, advirtió que “cualquier país” que los ataque verá su territorio convertirse en el “principal campo de batalla”.

Misiles, drones, satélites

No suele ventilar mucho su vida personal. Se sabe muy poco de él. Pero según una reseña hallada en L’Orient Today, Amir Ali Hajizadeh nació en 1961 en Teherán, de padres oriundos de Karaj, un suburbio de la capital.

Tras el estallido de la guerra Irán-Irak (1980-1988), el joven licenciado en administración se unió al CGRI como francotirador en la división de artillería.

 Amir Ali Hajizadeh se unió a la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria en 1985, el año de su creación. Lo hizo bajo la protección de Hassan Tehrani Moghaddam, nombrado comandante del programa de misiles en 1983 y apodado “el padre de los misiles iraníes”.

Un año después, viajó a Corea del Norte con una delegación del CGRI como parte de un intercambio tecnológico clave para el desarrollo de los primeros misiles Shahab-3.

En medio del aislamiento internacional y las sanciones de Occidente, Teherán lanzó su programa de misiles de crucero en los 90. El Shahab-3B, en 2003, se convirtió en el hito de sus misiles, pues se convirtió en base de disuasión estratégica con su alcance de hasta 2.100 kilómetros.

Al hacerse cargo de las Fuerzas Aéreas del CGRI en 2009, Hajizadeh lideró la reestructuración del cuerpo militar, hasta convertirse en una verdadera fuerza aeroespacial, incluyendo el desarrollo de lanzadores de satélites. Su evolución fue tal que Irán pasó a ser el sexto país del mundo en términos de producción de misiles. En 2016, Hajizadeh dijo públicamente que no había “limitaciones desde un punto de vista técnico o convencional en el alcance de los misiles”.

Mientras tanto, en Occidente lo señalaron de estar involucrado en la planificación y ejecución del ataque con misiles balísticos contra efectivos estadounidenses en la base Ayn al-Asad, en Irak, el 8 de enero del 2020. Y también del derribo, ese mismo día, del vuelo PS752 de Ukraine International Airlines, con 176 pasajeros. El portal RT señaló que Hajizadeh reconoció su responsabilidad y dijo al enterarse de lo ocurrido: “Deseé estar muerto”.

En 2021, las amenazas de obtener mayor alcance de los misiles, hechas por Hajizadeh, se hicieron realidad. El jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, anunció que Irán había logrado drones capaces de viajar 7.000 kilómetros y contrarrestar defensas aéreas.

En noviembre del 2023, Teherán presentó el misil supersónico Fattah II, capaz -según se afirma- de viajar a más de 18.000 km/h, esquivando a la vez a defensas antibalísticas.

La República Islámica posee actualmente el mayor arsenal de misiles del Oriente Medio, señalan los analistas.

Cerebro militar

Con todo ello, se sabe que Amir Ali Hajizadeh tuvo un rol clave en la respuesta iraní contra Israel. Fue un ataque sin precedentes con cientos de drones para distraer a la Cúpula de Hierro y a los aviones de los aliados Estados Unidos y Reino Unido, y para permitir el impacto de misiles contra la base aérea de Novatim, “de donde despegaron los aviones F-35” que bombardearon el consulado iraní en Siria, según Teherán.

En suma, una operación militar que parecía tener mucho tiempo de preparación. Y los expertos estiman que a Hajizaedh se debe tal ataque a zona judía.

Él mismo, ya en 2016, en las pruebas de un misil Qadr, había anunciado: “Diseñamos misiles con un alcance de 2.000 km para atacar a nuestro enemigo, el régimen sionista, desde distancia segura”. Todo calculado.

Quizás por eso el diario El Mundo, de España, lo definió como “el arquitecto del ataque iraní a Israel”.