Para muchos, divorciarse es un proceso doloroso, lleno de estigmas y prejuicios. Pero en África Occidental, existe un país donde las personas sufren ante dicho proceso; por el contrario, este trámite es sinónimo de fiesta, en el que las mujeres se acicalan y lucen sus mejores prendas para presumir su nuevo estatus civil. Se trata de Mauritania, una región en el que el triunfo de una separación es fruto de las “tendencias matriarcales” de sus antepasados.
Con diseños de henna en sus manos y un elaborado maquillaje que calcan de YouTube, las mauritanas recién divorciadas se preparan junto a sus amigas y festejan el fin de su matrimonio. Durante siglos, las mujeres de esta nación se han reunido para comer, cantar y bailar en las fiestas de divorcio de las demás. Algunas han pasado entre cinco y 10, y otras hasta por 20 nupcias.
Algunas mujeres en Mauritania se llegan a casar hasta 10 o 20 veces. Foto: The New York Times
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En entrevista con The New York Times, Nejwa El Kettab, socióloga que estudia la sociedad femenina mauritana, indica que esta costumbre surge debido a que la comunidad maure les heredó fuertes “tendencias matriarcales” de sus antepasados bereberes. Aunque es un país en el que casi el 100% de su población profesa el islam, las mujeres en Mauritania son bastante libres para divorciarse, ya que incluso esto las califica como experimentadas y, por lo tanto, deseables.
Mientras su hija Jeilaniy celebra estar nuevamente soltera, Salka Bilale posaba para unas fotos que utilizará en sus afiches de campaña. Ella también le puso fin a su matrimonio cuando era joven, momento en el que decidió convertirse en farmacéutica. Ahora, busca ser la primera mujer diputada nacional de su pueblo, Uadane.
Salka Bilale atendiendo su farmacia en Mauritania. Foto: The New York Times
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De acuerdo con su testimonio, el fin de su relación le permitió continuar con sus metas. Tomó la decisión luego de enterarse de que su esposo la engañaba, cuando ella se negó a regresar, él dejó de enviar el dinero que era para la manutención de sus cinco hijos. Ante su necesidad de salir adelante, abrió una tienda, que no solo le permitió mantener a sus menores, sino que también pudo pagar sus estudios.
Así como Salka, otras mujeres descubren que el divorcio les brinda ciertas libertades que jamás imaginaron. Sin embargo, esta apertura a la modernidad convive con prácticas más antiguas. Como aquella en la que los padres eligen al novio de su progenitora, cuando ella aún es muy joven. Precisamente, esta es la razón por la que muchas no continúan con sus relaciones.