A pesar de que se suele decir que los gatos tienen siete vidas, la verdad es que estos felinos no tienden a vivir más de dos décadas. Los michis suelen promediar una esperanza de vida entre los 12 y 15 años. Algunos pueden llegar a los 20 años si están bien cuidados. Es por este motivo que la historia de Creme Puff es tan impactante. Esta mascota bordeó los 40 años antes de fallecer, convirtiéndose en el gato más longevo de la historia, por lo que quedó registrado en el libro de Récords Guiness.
Creme Puff era una gata de raza tabby mixta. Nació el 3 de agosto de 1967 en Austin, Texas. Su dueño fue Jake Perry, un fontanero que tenía otros mininos que también llegaron a edades muy avanzadas.
El fontanero alimentaba a sus mascotas con comida para gatos seca, suplementada con brócoli, huevos, tocino de pavo, café con crema y, cada dos días, una pizca de vino rojo. Perry también mantenía a Creme Puff muy activa en su casa, incluso construyó un mini teatro en su garaje para mostrarle documentales sobre la naturaleza a sus mininos.
Una imagen de Creme Puff cuando tenía 29 años. Foto: Petz UK/YouTube
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Jake Perry también puso escaleras de madera en las paredes de su casa para que sus gatos puedan treparse. El fontanero construyó un recinto en su patio interior para que las mascotas puedan disfrutar del paisaje exterior.
Creme Puff falleció el 6 de agosto de 2005 tras alcanzar la increíble edad de 38 años. La edición de 2010 de los Récords Guiness la reconoció como la gata más longeva en la historia que se haya registrado.