Insólito. Allison Fisher, una joven de 20 años, pensó durante varios años que su abdomen abultado se debía a su sobrepeso; sin imaginar, que en realidad se trataba de un quiste de casi 50 kilos. Tras la muerte de su madre a causa del cáncer, ella decidió acudir al médico por un ciclo menstrual que le duró un año entero. El caso ocurrió en Estados Unidos.
Todo comenzó en 2020 cuando Allison decidió ignorar un problema ginecológico que le provocó una menstruación que no paraba. Durante 1 año, la joven no acudió a ningún hospital debido a la emergencia sanitaria que travesaba el mundo a causa de la COVID-19.
Sin embargo, en sus redes sociales comenzó a ver múltiples publicaciones de mujeres contando que sus problemas de ciclo menstrual estaban relacionados con masas ováricas, por lo cual se encendieron sus alarmas y comenzó a auto examinarse.
La mujer se dio cuenta que su zona abdominal estaba “dura como una roca”, lo cual le impedía acostarse, pues sentía que sus órganos “estaban siendo aplastados”. Al verse en el espejo, cuenta que parecía “como si estuviera embarazada de 10 niños”.
Antes y después de Allison Fisher. Foto: Dayli Mail
En noviembre de 2022, la muerte de su madre por culpa del cáncer, le hizo recapacitar y decidió asistir a la sala de emergencias del Ascension St. Vincent. Allí conoció al doctor Martin Martino, un oncólogo ginecólogo que en menos de 2 días le extrajo una masa de proporciones masivas.
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El especialista contó al canal de noticias News4AJAX que en el área abdominal de la joven había 46 litros de líquido y un tumor no cancerígeno de casi 50 kilos, el cual creen que comenzó a crecer desde que comenzó a ovular.
Durante el procedimiento quirúrgico se le extirpó uno de los ovarios y gracias al uso de tecnología robótica se pudo devolver el flujo sobrante para salvar su fertilidad. Tras varios meses de recuperación, Allison admite que su vida ha dado un giro de 360 grados.
“Para empezar, puedo ver mis pies de nuevo. No he podido hacer eso en años porque el quiste me destruyó por completo la espalda, pero sí que me siento mucho más liviana”, sostuvo.
Allison Fisher con el doctor Martin Martino, y su equipo de trabajo. Foto: Dayli Mail
La joven se siente más segura de sí misma, ya que ahora puede usar ropa que le gusta y se está preparando para someterse a una cirugía bariátrica que le ayudará a mejorar su salud. “Me siento como una persona. Sabes, siento que tuve una segunda oportunidad”, finalizó.