En 2017, China se ofreció para construir un jardín ornamentado y una pagoda dentro del National Arboretum, ubicado en Washington, Estados Unidos. No obstante, pese a que el proyecto generó gran expectativa entre los funcionarios para incrementar el turismo en la capital norteamericana, los agentes de contrainteligencia empezaron a notar numerosas señales de alerta, que fueron reveladas en un reciente informe de la CNN.
Según las autoridades de investigación, la construcción del templo estaba estratégicamente posicionada a unos pocos 3 kilómetros del Capitolio.
Asimismo, para su edificación, el Gobierno chino usó materiales enviados en valijas diplomáticas que no podían abrirse.
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Según concluyó el FBI, la pagoda y la compra de tierras chinas cerca de infraestructura crítica del Gobierno de Estados Unidos, corresponde a un esfuerzo por parte de China para espiar a las instituciones sensibles del país norteamericano.
Entre los hallazgos, destaca un equipo de Huawei de fabricación china en la cima de las torres de telefonía cercanas a bases militares ubicadas en el oeste rural de la nación. En ese sentido, la Agencia de Investigación determinó que los dispositivos podían interrumpir comunicaciones restringidas del Departamento de Defensa, incluidas las del Comando Estratégico que supervisa las armas nucleares del país.
“Esto entra en algunas de las cosas más delicadas que hacemos. Afectaría nuestra capacidad de mando y control esencialmente con la tríada nuclear. Si es posible que eso se interrumpa, entonces es un día muy malo”, contó a la CNN un exfuncionario del FBI. El Gobierno chino ha negado cualquier intento de espiar a Estados Unidos, mientras que Huawei negó que su equipo sea capaz de realizar tales operaciones.