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Tiroteo en Texas: exigen investigación por retraso de la policía

Masacre. Crece malestar de familiares de los escolares asesinados en el colegio de Texas. La Policía tardó una hora en actuar mientras el asesino baleaba a los niños.

larepublica.pe
Lamento de sheriff. El jefe de la policía en Uvalde, Texas, tuvo que reconocer públicamente que sus agentes tardaron demasiado en actuar durante el ataque.

Uvalde, Texas. EFE

El gobernador de Texas (Estados Unidos), el republicano Greg Abbott, señaló que hay que garantizar “una investigación a fondo” de la respuesta policial en el tiroteo de hace tres días en un colegio del estado, donde 19 niños y dos profesoras murieron.

La actuación de la policía en Uvalde está siendo objeto de numerosas y airadas críticas por parte de las familias y el público general en las redes sociales y los medios de comunicación, al considerar que las fuerzas de seguridad podrían haber actuado con más rapidez. De hecho, la policía admitió que fue un error no entrar antes y por la fuerza al aula en que se encontraba el atacante de la escuela, a la que los agentes tardaron en torno a una hora en acceder.

Abbot señaló que fue “mal informado” sobre algunos datos que recibió por parte de los responsables de seguridad cuando compareció ante los medios el miércoles, el día de después del tiroteo.

“Estoy furioso por lo ocurrido, estaba en este mismo estrado hace dos días, y estaba dando la información pública que me habían dicho en una sala unas pocas yardas detrás de donde estamos ahora”, rememoró.

“Salvaje oeste”

“Estamos en el salvaje oeste”, dice Deborah Bond fuera de la tienda donde el autor de la masacre de Uvalde compró legalmente el fusil de asalto con el que mató a 21 personas.

En un estado “santuario” de las armas de fuego, algunos empiezan a preguntarse si es hora de poner límites.

Cerca de la tienda Oasis Outback de Uvalde, Bond explica a EFE que acaba de ver salir del establecimiento a un hombre “con un niño pequeño de una mano y un (rifle de asalto) AR-15 en la otra”.

“He visto a mucha gente comprar armas”, asegura Bond, que tiene una pistola en casa “para protegerse”, pero lamenta profundamente que los líderes y muchos ciudadanos de Texas “no quieran ningún tipo de regulación”.

Poco después de cumplir 18 años, Salvador Ramos compró en Oasis Outback un rifle AR-15 que había encargado en internet a un fabricante del estado de Georgia, y que luego utilizó para acabar con las vidas de 19 niños y dos maestras el martes en la escuela primaria Robb, según la investigación.

Tras la tragedia, la tienda ha seguido abierta, aunque con presencia de la Policía estatal en la puerta y con un empleado que vigila si se acerca cualquiera que parezca periodista para impedirle entrar en el edificio y expulsarlo de inmediato de la zona.

Texas, el santuario de las armas

Situado en una zona rural a una hora por carretera de la frontera con México, Uvalde está representado a nivel federal por un congresista conservador que se opone rotundamente a un mayor control de armas y en el Congreso estatal por dos legisladores que tienen posturas enfrentadas sobre el tema.

En la puerta de una iglesia, Efraín Nevárez, un agente retirado de la Patrulla Fronteriza, no cede ni un ápice en su rechazo a cualquier nueva medida que restrinja la posesión de armas, a pesar de que conoce a varias personas que han perdido niños en la masacre del martes.