El candidato ultraconservador para las próximas elecciones presidenciales de Chile, José Antonio Kast, pidió este viernes a la prensa que no se le etiquete como de ultraderecha, al tiempo que quiso diferenciar el Gobierno militar de Augusto Pinochet (1973-1990) de las “dictaduras” de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
En un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera acreditados en Chile, el abanderado del Partido Republicano, al que varios sondeos sitúan como el segundo e incluso el primer favorito para ser el nuevo presidente del país, respondió por qué no califica al régimen de Pinochet como dictadura pero sí hace esto con los Gobiernos de esos otros tres países latinoamericanos.
“Hay una situación que marca una diferencia con lo que ocurre en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Creo que lo de Nicaragua refleja plenamente lo que en Chile no ocurrió (con Pinochet): se hicieron elecciones democráticas y no se encerró a los opositores políticos. Eso marca la diferencia fundamental”, dijo Kast, abogado de 55 años.
Añadió que la Constitución que en 1980 se promulgó durante el régimen de Pinochet, y que rige en la actualidad, “contenía toda la transición a la democracia” y que todas las instituciones que emanaron de esa carta magna, desde el Parlamento hasta las Fuerzas Armadas, pasando por el Poder Judicial, siguen vigentes hoy en día.
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“Por lo tanto, no hay punto de comparación con lo que ocurre en las dictaduras de Cuba, donde llevan más de 70 años de dictadura, ni con la narcodictadura de Venezuela y ni con la dictadura de (Daniel) Ortega en Nicaragua”, expresó.
“Dígame si las dictaduras entregan el poder a la democracia y si hacen una transición a la democracia y se respeta. Eso es lo que no hacen otros países y en Chile se hizo”, aseveró.
Consultado sobre si sigue pensando igual que en 2017, cuando como candidato para las anteriores elecciones presidenciales dijo que si Pinochet estuviera vivo votaría por él, señaló: “No tenemos cómo preguntarle a él, pero creo que no tendría muchas alternativas”.
En su conversación con los periodistas, Kast dijo que no se siente de ultraderecha y pidió que no se le calificara como tal y sí como “un candidato de sentido común”.
“No lo soy (de ultraderecha)” (…) Se acuñó un concepto por la prensa de que yo soy extremo. ¿Extremo en qué? (…) Es una división política antigua y vamos a romper los esquemas políticos tradicionales. ¿Por qué cree que a alguien que le califican de extrema derecha puntea las encuestas?”, expresó.
Invitó a que se revisara su programa electoral, en que dijo están detalladas propuestas “de sentido común” sobre migración, propiedad privada, economía y medio ambiente, entre otras.
Explicó que su apuesta es la de conformar un “Estado pequeño, austero y eficiente, pero fuerte” porque de esa forma, dijo, “van a llegar más recursos a las personas”.
El candidato, que no quiso compararse con figuras como la del presidente brasileño Jair Bolsonaro o el exmandatario estadounidense Donald Trump, reiteró su rechazo al matrimonio igualitario, que en la actualidad se debate en el Congreso, y al aborto, que en este momento es legal en Chile bajo tres causales y cuya despenalización total también está en discusión.
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En lo relativo a migración, dijo: “Lo primero es el control fronterizo”, para lo que incluso proyecta realizar una zanja en la frontera norte, y señaló que el origen de la ola migratoria de venezolanos que ingresan de forma ilegal al país reside en la “narcodictadura” de Nicolás Maduro.
Asimismo, señaló que Chile debería “expulsar al embajador de Venezuela”.
Kast es una de las siete candidaturas que se presentan a las elecciones, que encuentran en el izquierdista Gabriel Boric al otro gran favorito para liderar el próximo Gobierno.