Cuando Donald Trump abandonó la Casa Blanca se dio a conocer que la mayor parte de sus negocios sufrieron pérdidas sustanciales de hasta un 63%. Pero sus problemas financieros se deben no solo a la caída de ingresos de sus negocios, sino también al aumento de las deudas que tendrá que pagar en los años por venir. De hecho, desde que dejó de ser presidente, las deudas de sus negocios crecieron unos 200 millones de dólares y ahora suman unos 1.300 millones de dólares, informó Forbes.
A corto plazo, el expresidente de EE. UU. no debería tener problemas a la hora de pagar estas deudas, pero cuando llegue el 2024 y vuelva a luchar por el puesto en la oficina oval las cosas podrían complicarse, aseguró el medio.
Así, el balance financiero de Donald Trump ha mejorado mucho en comparación con los meses anteriores. Todo esto gracias al préstamo concedido por el banco JP Morgan de 1.200 millones de dólares que tomó como garantía un complejo de oficinas en San Francisco, donde Trump tiene una participación minoritaria del 30%.
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Al ser un socio limitado, el expresidente no sería personalmente responsable por esta deuda en caso de una bancarrota. Sin embargo, este préstamo tiene un gran impacto sobre sus finanzas. Este dinero le permitió a Trump y su socio mayoritario, Vornado Realty Trust, pagar su deuda anterior de este edificio, que estaba a punto de expirar en septiembre, y como bono salieron del trato con más de 600 millones de dólares en efectivo.
En otras palabras, la refinanciación aumentó la deuda sobre la propiedad, pero al mismo tiempo les dejó a los dueños con más liquidez. De tal modo, si Trump recibiera el 30% del efectivo que le corresponde, sus activos líquidos se elevarían de los 110 millones actuales hasta unos 300 millones de dólares. Y todo este dinero le hará falta a Trump en los años por venir.
La deuda que tenía el exmandatario contra el edificio de oficinas en San Francisco no era la única. Este es el cronograma de las deudas que Donald Trump tendrá que amortiguar en los siguientes años (para las empresas con participación minoritaria, se proporcionan las sumas que le corresponderían a Trump):
El medio explica que, hasta 2022, el expresidente no debería tener serios problemas a la hora de refinanciar sus deudas, al igual que lo hizo con su complejo de oficinas en San Francisco. Sin embargo, en 2023, las cosas podrían complicarse porque, dado el mal rendimiento financiero de su club de golf en Miami, Trump podría enfrentarse a problemas para recibir un nuevo préstamo usando el club como garantía de pago.
Lo mismo ocurre con sus hoteles en Washington y Chicago, cuya deuda conjunta de 215 millones de dólares al Deutsche Bank expiran en 2024. Por lo tanto, concluye Forbes, la mejor opción para Donald Trump ahora mismo es acumular tanto dinero en efectivo como le sea posible, aunque eso signifique que tenga que aumentar su deuda.