El expresidente Ashraf Ghani reapareció luego de su huida del país afgano en medio de la toma de poder de los talibanes. Los Emiratos Árabes Unidos dijeron este miércoles 18 de agosto que recibieron al presidente afgano Ashraf Ghani “por motivos humanitarios”.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional de los Emiratos Árabes Unidos puede confirmar que los Emiratos Árabes Unidos han dado la bienvenida al país al presidente Ashraf Ghani y su familia por motivos humanitarios”, dijo en un breve comunicado.
Los militares de Estados Unidos han tomado el control total del aeropuerto de Kabul después de las escenas de caos vividas el lunes 16 de agosto de afganos que trataban de huir del país, en las que resultaron seis muertos. Por otro lado, los talibanes, en un aparente pacto de no agresión, protegen las inmediaciones para reforzar la seguridad.
Los comercios reabrieron en la capital afgana, el tráfico se reanudó y la gente volvió a salir a la calle, mientras que los talibanes vigilaban los puestos de control. Sin embargo, pocas mujeres se atrevieron a salir.
Los talibanes afirman que respetarán los derechos de las mujeres “dentro de la ley islámica”. Por otro lado, la aprobación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, bajó 7 puntos porcentuales y alcanzó su nivel más bajo días después de la caída del gobierno afgano
Los hombres cambiaron sus ropas occidentales por el shalwar kameez —la holgada vestimenta tradicional afgana— y la televisión estatal emite ahora principalmente programas islámicos.
Los talibanes han multiplicado sus gestos de apaciguamiento hacia la población desde que entraron a Kabul el domingo 15 de agosto tras una fulgurante ofensiva con la que en apenas diez días tomaron el control de casi todo el país, y del palacio presidencial, abandonado por el presidente Ashraf Ghani, quien huyó al extranjero.
El pasado martes 17 de agosto anunciaron “una amnistía general” para todos los funcionarios estatales, llamándolos a “retomar su vida cotidiana con total confianza”.
Sin embargo, para muchos afganos será difícil confiar. Cuando gobernaron Afganistán, entre 1996 y 2001, los talibanes impusieron una versión ultrarrigurosa de su interpretación de la ley islámica. Las mujeres no podían trabajar ni estudiar, y los ladrones y asesinos se enfrentaban a terribles castigos.
Ofensiva relámpago de los talibanes en Afganistán. Foto: Infografía / La República
“La gente tiene miedo a lo desconocido. Los talibanes patrullan la ciudad en pequeños convoyes. No molestan a nadie, pero, por supuesto, la gente tiene miedo”, declaró este martes a la AFP un comerciante en Kabul.
Pese a los mensajes de los talibanes, algunas informaciones sugerían que seguían buscando a responsables gubernamentales, y un testigo dijo que unos hombres entraron en la casa de uno de esos funcionarios para llevárselo a la fuerza.
En un esperado discurso, Biden defendió la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, donde entraron hace 20 años para expulsar a los talibanes del poder. “Estoy profundamente entristecido por los acontecimientos, pero no me arrepiento” de la decisión, afirmó.
El presidente estadounidense repitió que la misión de Washington nunca había sido construir una nación democrática en un país inestable, sino “impedir un ataque terrorista en suelo estadounidense”.
Estados Unidos intervino Afganistán en 2001 debido al rechazo de los talibanes de entregar al jefe de Al Qaeda, Osama bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre. “Las tropas estadounidenses no pueden ni deben luchar y morir en una guerra que las fuerzas afganas no están dispuestas a luchar por sí mismas”, señaló Biden, con lo que reconoció que el Gobierno afgano cayó “más rápido” de lo previsto.
El triunfo de los talibanes provocó el lunes 16 de agosto escenas de pánico y caos del aeropuerto de Kabul, a donde se precipitaron miles de personas desesperadas que intentaban salir del país. Imágenes que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, calificó este martes de una “vergüenza para Occidente”.
Vídeos en las redes sociales mostraban a cientos de personas que corrían junto a un avión militar estadounidense a punto de despegar, mientras algunos se aferraban a sus partes laterales o a sus ruedas.
Estados Unidos envió 6.000 soldados para asegurar el aeropuerto y desalojar a unos 30.000 estadounidenses. Colaboradores civiles afganos temen por sus vidas. España, Alemania, Francia, Holanda, el Reino Unido y varios otros países trataban de acelerar este martes la repatriación de sus ciudadanos.
Biden amenazó a los talibanes con una respuesta militar “rápida y contundente” si interrumpían las operaciones de evacuación. Más allá de etas, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) pidió este martes que se prohíban las expulsiones de ciudadanos afganos hacia su país de origen.
La reacción de la comunidad internacional está por verse. Estados Unidos anunció el lunes que solo reconocerá un gobierno talibán en Afganistán si respeta los derechos de las mujeres y se aparta de movimientos extremistas como Al Qaeda.
Alemania anunció el pasado martes 17 de agosto la suspensión de su ayuda al desarrollo para Afganistán.
China fue el primer país que enfatizó el lunes en querer mantener “relaciones amistosas” con los talibanes. Rusia e Irán también hicieron gestos de apertura. Y Turquía celebró lo que consideró “mensajes positivos” de los talibanes.
Washington, que ha sufrido 2.500 muertes, una factura de más de 2 billones de dólares, y cuya imagen quedó profundamente dañada, ha recibido fuertes críticas de sus aliados europeos.
Elementos biográficos de los principales dirigentes talibanes. Infografía: AFP
La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, llamó a la OTAN, cuyos representantes se reúnen de emergencia durante la jornada, a que aprenda de su fracaso en Afganistán.
El ministro británico de Defensa, Ben Wallace, habló de un “fracaso de la comunidad internacional”, y la canciller alemana, Angela Merkel, afirmó que la intervención en Afganistán no fue tan “fructífera” como se esperaba.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que Afganistán no debía “volver a ser el santuario del terrorismo que fue” y pidió “una respuesta (internacional) responsable y unida”.
Con información de AFP