Estados Unidos vuelve a formar parte del Acuerdo de París para combatir el cambio climático, un hito con el que Joe Biden pretende marcar distancia con el anterior Gobierno de Donald Trump, tanto en temas medioambientales como de posicionamiento dentro de la comunidad internacional. Así lo informó el presidente norteamericano este viernes 19 de febrero en la reunión virtual de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC).
Biden oficializó el regreso de EEUU al Acuerdo de París
“Estoy enviando un mensaje claro al mundo: Estados Unidos ha vuelto. No miramos hacia atrás, miramos juntos hacia adelante. Ya no podemos retrasar ni hacer lo mínimo para abordar el cambio climático. Esta es una crisis existencial global”, enfatizó Biden durante su discurso en la conferencia de la MSC a través de videoconferencia, según ha recogido NBC.
“Todos sufriremos las consecuencias si fallamos. Tenemos que acelerar rápidamente nuestros compromisos para frenar nuestras emisiones y responsabilizar a otros por el incumplimiento de los objetivos”, agregó el mandatario.
Biden firmó el 20 de enero, el mismo día en que llegó a la Casa Blanca, el instrumento que sentaba las bases del retorno de Estados Unidos al acuerdo global más ambicioso, hasta la fecha, en materia medioambiental. Cuando se negoció en 2016, el demócrata era vicepresidente de EE. UU.
“Hoy es el día”, proclamó horas antes John Kerry, enviado especial para el clima de la administración norteamericana, quien ha subrayado en Twitter la importancia de los “esfuerzos globales”. “Ningún país puede librar esta lucha por sí solo”, recalcó.
John Kerry. EE. UU. vuelve al Acuerdo de París
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha manifestado que el Acuerdo de París “es un marco sin precedentes para la acción global”, clave para “evitar un calentamiento planetario catastrófico” y paliar los impactos que “ya estamos viendo”.
“Atajar las amenazas reales del cambio climático y escuchar a nuestros científicos está en el centro de nuestras prioridades de política interior y exterior. Es vital en nuestras discusiones sobre seguridad nacional, migración, esfuerzos sanitarios internacionales y en nuestra diplomacia económica y conversaciones comerciales”, añadió Blinken.
Joe Biden ha convocado para el 22 de abril una cumbre de líderes mundiales con el objetivo de hablar precisamente de este desafío. El foro servirá de preámbulo para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre esta problemática que acogerá Glasgow en noviembre de 2021.
Entre las medidas adoptadas desde su asenso a la Casa Blanca, Biden firmó una orden ejecutiva para evitar la salida de su país de la OMS, un proceso que inició Trump en julio del 2020 y que iba a hacerse efectivo un año después, en el mismo mes del 2021.
Además, en abril del último año, el republicano congeló temporalmente los fondos que EE. UU. aporta al organismo de salud al acusar a la institución de estar “sesgada” a favor de China y de haber gestionado mal la emergencia sanitaria de la COVID-19.
Sin embargo, desde su campaña electoral, Biden defendió la necesidad de escuchar a los científicos y a los expertos de la OMS para frenar la pandemia, al mismo tiempo que ha enfatizado la importancia de usar mascarillas y aumentar la capacidad de su nación para vacunar contra el virus.