El Ejército Popular de Liberación de China realizó un simulacro de combate real cerca del estrecho de Taiwán este viernes 18 de septiembre, día en que el subsecretario de Estados Unidos para Asuntos Económicos, Keith Krach, visita la isla para una reunión con la presidenta Tsai Ing-wen.
Taiwán detectó hasta 18 aviones militares chinos cruzando la línea divisoria del estrecho de Formosa y respondió con el despliegue de varios cazas, en un aumento de las tensiones entre Taipéi y Pekín.
En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, el Ministro de Defensa Nacional taiwanés informó que habían entrado en la zona de identificación de defensa aérea de la isla varias aeronaves de las Fuerzas Aéreas del Ejército Popular de Liberación (EPL).
En concreto, se trata de dos bombarderos H-6, ocho cazas J-16, cuatro cazas J-10 y otros cuatro cazas J-11, que cruzaron la línea imaginaria que divide el Estrecho en cuatro puntos distintos al noroeste y al suroeste de la isla, considerada por Pekín una provincia rebelde.
Ante ese panorama, Taiwán activó su sistema de misiles antiaéreos para seguir las actividades de los aviones chinos, lanzó advertencias vía radio y también desplegó un número no determinado de cazas.
Keith Krach, subsecretario de Estado de Estados Unidos para el Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente, baja de un avión con su delegación. Foto: AFP.
La agencia oficial de noticias isleña CNA señaló que el portavoz de Presidencia, Xavier Chang, pidió a China que “se contenga” y aseguró que estas “provocaciones militares” no son favorables a la imagen internacional de Pekín, a quien reclamó que colabore con la paz en la región “en lugar de convertirse en un provocador unilateral”.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, ironizó esta simulación de combate. “Enviamos a la delegación a un funeral y los chinos aparentemente respondieron con fanfarronadas militares”, dijo a unos periodistas durante una visita a Guyana.
La China continental (dirigida por el Partido Comunista) y la isla de Taiwán (refugio del ejército nacionalista chino tras la guerra civil en 1949) están administrados por dos regímenes diferentes desde hace más de 70 años.
Pero Pekín considera el territorio insular como parte de China y por ello se opone a cualquier visita de dirigentes extranjeros a Taipéi, que pueden dar legitimidad a las autoridades taiwanesas.